Grandes carteles en el Muelle Uno informan a los trabajadores y personas que paseen por el puerto de la cuenta atrás para la apertura de la nueva zona comercial y de ocio. La actividad es incesante en todo el muelle. Locales donde se trabaja a puerta cerrada, otros muestran sus entrañas, escaleras, plantaciones, pintura, remates... Cualquier observador tendría dudas sobre la fecha de apertura al público, prevista para el 29 de noviembre. Parece que no dará tiempo, aunque el gerente del Muelle Uno, Patricio Gutiérrez del Álamo, asegura que la obra está más avanzada de lo que parece: «He estado en muchos centros comerciales que, cuando lo ves parece que no va a dar tiempo para acabar, pero siempre se cumple el plazo. Estaremos listos para el 29 de noviembre, eso es seguro». En realidad, la obra se terminará para un día antes, ya que el 28 de noviembre está previsto un pequeño acto institucional para inaugurar el Muelle Uno, que abrirá sus puertas al público el 29 de noviembre por la mañana.

Las esquinas de este entorno son las que concentran una mayor actividad. En ellas están los aparcamientos subterráneos que, con un total cercano a las mil plazas, darán servicio al recinto. Junto al muelle 2, se trabaja a marchas forzadas para habilitar la entrada peatonal desde la calle Vélez Málaga, recuperando el antiguo paso del tren que conectaba Málaga y la Axarquía, la conocida como La Cochinita. Junto a ellos, el gran local comercial de 2.000 metros cuadrados que hay en la esquina y el espacio cultural –de 6.000 metros cuadrados– que se cederá al Ayuntamiento ofrecen una imagen de actividad para avanzar en su construcción, fundamental para el futuro del recinto comercial y como puerta de entrada desde la plaza de Torrijos y el palmeral del muelle 2, con los que enlazan.

Desde la calle Vélez Málaga hasta La Farola se habilitará la mayor parte de los 14.000 metros cuadrados de uso comercial y de restauración del Muelle Uno. Están divididos en tres zonas. La primera, en dirección a La Farola, estarán los comercios dedicados a complementos y servicios. Le seguirá la zona de moda, con la antigua capilla del puerto protagonizando la plaza central del recinto, y continuará la restauración, que remata el Muelle Uno.

Paseo marítimo

Una de las características del proyecto es que se habilita un paseo entre el cantil del muelle y los locales comerciales. Este espacio estará marcado por una hilera de altas palmeras, que sobresalen por encima de la altura de los locales, y una línea de pérgolas que imitan las velas de un barco.

Una de las peculiaridades de esta pérgola es que tienen un dispositivo que mide la velocidad del viento, enrollando automáticamente las telas que dan sombra para evitar problemas. Además, irán provistas de un sistema de humidificadores para refrescar el ambiente en verano.

El suelo utilizado para este paseo proviene de los adoquines históricos del puerto de Málaga, que han vuelto a reutilizarse. Para facilitar el paseo y evitar las irregularidades propias de este material, el pavimento será tratado de forma que se ofrezca un piso uniforme.

Un detalle curioso del proyecto es que habrá tres puntos de información histórica sobre sendos hitos de este muelle: la calle Vélez Málaga y su vinculación ferroviaria, la antigua capilla y La Farola. En ellos se explicará su origen y evolución.

Locales

Gutiérrez del Álamo señaló que todos los locales ya están trabajando en habilitar sus espacios en el interior. En este sentido, apuntó que hay muchos que están prácticamente terminados a falta de algunos remates o de la pintura. A lo largo de la semana se irá instalando el mobiliario y se irá colocando la mercancía. La perfumería Primor es la que tiene más avanzados los trabajos, con idea de reservar esta semana para colocar sus productos. Otros, como El Café de París, reservan su interior tras unos paneles que esconden el avance de sus trabajos, pero siempre con la mirada puesta en el 29 de noviembre.

Cadena italiana de ropa interior

El Muelle Uno ha sido el lugar elegido por la cadena italiana de ropa interior Yamamay para instalar su primera tienda en Málaga. Mañana empezarán a instalar las estanterías y el mobiliario, con idea de ir colocando la mercancía a lo largo de la semana. Fiorella Prisco, responsable de la tienda, explicó que la elección del puerto viene motivada «porque desde el principio hemos visto que es un proyecto de éxito que se lleva de manera estupenda, con mucha personalidad». «Nunca he visto un proyecto como éste, que es como una continuación del centro de la ciudad, que encaja perfectamente y está a un paso de la terminal de cruceros», insistió. Yamamay, que lleva 3 años implantada en España, vende ropa interior y complementos.

Una cervecería junto a La Farola

La Sureña es una cadena de cervecerías que desembarca por primera vez en Málaga, aunque lleva muchos años implantada en Madrid, Sevilla, Valencia y Mérida. Francisco Luque, dueño de la cadena, explica que la apuesta por el Muelle Uno viene motivada por tres razones: «Conocemos a Cushman desde hace muchos años –que comercializa los locales–, sabemos la vida que tiene Málaga y queremos atraer a los turistas de cruceros». «La situación es fantástica y sólo deseamos que al final puedan abrir los comercios todos los días del año», insistió Luque, quien recalcó que su establecimiento ofrece una oferta adecuada para la crisis «con un equilibrio de calidad y precio, con cinco botellines a 3 euros y raciones a 6 euros». m. f. Málaga