Unos 134.500 desempleados malagueños, el 70% del total de casi 190.000 parados que hay ahora mismo en la provincia, demanda únicamente ante el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) puestos elementales de baja cualificación o trabajos ligados al sector hostelero y la construcción, tipo camarero o albañil. El dato revela las carencias formativas de buena parte de la población en paro, donde sólo un minoritario 10% –menos de 20.000 personas– pueden presumir de estudios postsecundarios, incluidos los universitarios.

Desgraciadamente, también son un reflejo del perfil de trabajador que ha venido demandando en los últimos años el mercado laboral de Málaga, dominado por empleos temporales y de baja cualificación, pese a los repetidos llamamientos de asociaciones empresariales e instituciones a apostar por la formación como método para salir de la crisis.

La realidad es que las ocupaciones más contratadas en la provincia durante 2010 fueron las de peón agrícola, personal de limpieza, camareros y personal de catering, dependiente y albañil. Entre las cinco acapararon un total de 225.000 contratos de los 526.000 que se firmaron durante todo el ejercicio en Málaga o, lo que es lo mismo, cuatro de cada diez, según los datos del Observatorio de las Ocupaciones 2011 que elabora el Ministerio de Trabajo. Cocineros, peones de la construcción, el transporte y administrativos completan el top ten de profesiones más demandadas por las empresas.

Los primeros en salir

Las personas que ocupan estos puestos de baja cualificación son, además, los que siempre tienen las papeletas para salir los primeros del mercado laboral cuando llega una crisis. Como muestra de ello decir que el paro entre las personas que sólo tienen estudios primarios ha subido entre octubre de 2007 y octubre de 2011 un 157% hasta alcanzar más de 43.000 personas, mientras que las que sólo presentan un nivel secundario se han triplicado y rozan los 125.000. La subida del paro entre universitarios, en cambio, ha sido la menor de todas, y sólo se duplica, aunque siempre en cifras menores: hace cuatro años había unos 8.700; ahora hay 19.300.

Los sindicatos CCOO y UGT vienen denunciando la precariedad del mercado laboral, acuciada en su opinión por las últimas reformas laborales del gobierno de Zapatero. La justificación del despido procedente si la empresa alega causas económicas o el fin de la obligación de hacer fijos a los temporales que alcanzaran los dos años en una misma empresa han radicalizado, entre otros factores, la terrible espiral de la temporalidad. De hecho, casi el 94% de los contratos que se firman cada mes en Málaga son temporales, una cifra que empeora el 92% que se registraba hasta 2008.

Las consecuencia son pintorescas, como el hecho de que únicamente 18.000 malagueños firmaran el pasado año casi 170.000 contratos, un tercio de todos los que se suscribieron en la provincia. Ese sufrido colectivo tuvo una media de nueve contratos al año, pero el Observatorio de las Ocupaciones reconoce que hubo casos de personas que llegaron a firmar hasta 29 durante el ejercicio.

Los sindicatos denuncian que ese encadenamiento es injustificado y que las empresas no hacen sino enmascarar con una altísima rotación de personas lo que no son sino puestos de trabajo fijos.

Las claves

Perfil del trabajadorLa ESO, el 60% de los contratos

Los trabajadores con nivel formativo de ESO con o sin titulación, son los más contratados, el 58,87% de las contratos que se firman cada año; no obstante, también se conciertan un buen número de contratos con quienes tienen estudios primarios o los sin estudios, el 15,41%, y con los que cuentan con Bachillerato y equivalentes, el 9,36%. Las mujeres con niveles formativos a partir de Bachillerato y superiores son más contratadas que los varones.

Perfil del paradoVarón de entre 25 y 44 años

El perfil del trabajador en paro en Málaga es del un varón, de 25 a 44 años, con estudios de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), y que lleva entre 6 y 12 meses demandando empleo. El 59,82% de los trabajadores en paro tienen ESO, con o sin titulación, el 8,49%, Formación Profesional y el 5,75%, estudios universitarios.