La entidad financiera Unicaja firmó ayer la escritura que acredita la constitución del banco cuya ficha solicitó hace unos meses ante el Banco de España para el ejercicio indirecto de su actividad financiera. Unicaja Banco entrará hoy en vigor y desarrollará su actividad durante el período transitorio hasta materializar la integración con Caja España-Duero, que constituyó también su banco ante notario hace una semana. Ambos bancos desarrollará su actividad durante el período transitorio hasta que se materialice la integración prevista entre Unicaja y Caja España-Duero, ya aprobada por sus respectivos órganos de gobierno.

Se espera ahora que la fusión se produzca en los primeros meses de 2012 aunque, al margen de cuando sea, sus efectos contables serán retroactivos al 1 de enero del próximo ejercicio.

La firma de la constitución de Unicaja Banco tuvo lugar ayer en Málaga con la asistencia del presidente de Unicaja, Braulio Medel, y fue la escritura fue presentada para su inscripción registral correspondiente, según detalló la propia entidad malagueña. De esta forma, Unicaja segrega, tal y como estaba estipulado, su negocio financiero al referido banco, con lo que la caja de ahorros no desaparece y se sigue manteniendo la Obra Social y Monte de Piedad.

Sin cambios en rótulos y oficinas

El nuevo banco, cuya creación también se ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dota al Grupo de Unicaja de una estructura corporativa con una serie de ventajas en facetas como una mejor adaptación al marco normativo y económico actual, mayores perspectivas de crecimiento, viabilidad de operaciones, y facilitar la financiación de la Obra Social, según explicó Unicaja.

Fuentes financieras añadieron que el cambio a Unicaja Banco tan sólo tendrá su reflejo en los membretes de los documentos, pero no supondrá ningún cambio en rótulos ni oficinas, ya que Unicaja sigue siendo la denominación comercial de la entidad hasta que se materialice la fusión con Caja España-Duero.

La entrada en vigor del banco de Unicaja tampoco representa un cambio en la oferta de los productos y servicios prestados a la clientela, ni en la relación contractual con ésta, ni en las condiciones laborales de la plantilla.

Tras la asamblea General del pasado 25 de junio, Unicaja aprobó la realización del ejercicio indirecto de la actividad financiera de la caja a través de un banco como «instrumento de actuación para una mejor y más flexible adaptación al contexto económico».