Alejandro Villén coge un lápiz y al contrario que la mayoría de los mortales, es capaz de dibujar mundos o de convertir la catedral de Málaga en un ensueño, con un dragón volador que se lleva por los aires una de las torres y la deja manquita.

«Dibujo desde chico, porque esto no es una cosa que se dice, voy a ganar dinero y a hacerme ilustrador», cuenta. Estudió arquitectura pero supo dejar la carrera y encontrar su vocación. Comenzó trabajando para un cómic americano que nunca llegó a publicarse, pasó a la famosa Dragones y Mazmorras y tras ficharle una editorial inglesa, trabajó en Conan el Bárbaro, haciendo algunas de las portadas del cómic oficial.

Con este bagaje, muchos encargos y siete años de profesor de ilustración y dibujo técnico (entre otras materias), ahora triunfa en las librerías con un libro infantil bilingüe sobre la capital llamado ¡Oh! Málaga (13, 95 E), producto de nueve meses de trabajo.

«Hace muchos años me contrataron para hacer esto pero en Sevilla, el proyecto no llegó a salir, era un formato mucho más anticuado», recuerda. Surgió entonces la idea de hacer algo parecido con Málaga, aunque con un enfoque más moderno.

El resultado es este álbum ilustrado en inglés y español, de ágil lectura, que nace de una editorial, lovingbooks, que han puesto en marcha el autor del libro y su novia, María Corredera, que también es ilustradora. «Hablamos con una editorial malagueña que no nos hizo mucho caso y después de hablar con Mari Ángeles de la Cruz, que publicó un libro infantil sobre Málaga llamado Divina Málaga, echamos cuentas y vimos que si editábamos y distribuíamos nosotros, teníamos más margen y podíamos sacar un mejor producto». Alejandro Villén agradece de corazón los consejos de la autora, así como los de los libreros de Málaga que le introdujeron en el mundillo editorial y hasta le aconsejaron sobre formatos, colores de letras y precio final. «Eso es no sentirse solo en el mundo», subraya.

El resultado es un libro atractivo, en el que el autor ha puesto, además de su destreza artística, muchas horas de estudio para contar, por ejemplo, la gesta fallida del general Torrijos y sus hombres o para resumir, en una sola frase, el drama de la Guerra Civil en Málaga.

Los protagonistas del álbum son una niña y un boquerón en una pecera voladura, que además se llama mr. Covington y habla inglés. «La idea más absurda que he tenido, pero no podía ser un boquerón sonriente, eso quedaba muy anticuado y parecido a los 80», dice el autor.

Espetos, biznagueros, nazarenos, chiringuitos, verdiales, fenicios, la Alcazaba, el caldito de pintarroja, Picasso, el museo Carmen Thyssen... más de 70 ilustraciones entre las que no falta Fernando Villén, tío del ilustrador, en el mostrador de la veterana cafetería Doña Mariquita. De hecho, el libro está dedicado a Francisco Villén, padre de Alejandro, fallecido en 2010 y que tantos años estuvo con su hermano Fernando en este establecimiento de la plaza de Uncibay.

El ilustrador malagueño explica que esta primera edición ha tenido una tirada de 2.000 ejemplares. «Es una tirada arriesgada pero no tenemos prisa por vender, es una carrera de fondo», señala.

De momento sus cálculos encajan: el pasado fin de semana se había convertido en el libro de ficción más vendido en las principales librerías de Málaga.

El siguiente paso será realizar actividades en las escuelas basadas en esta obra cargada de arte. Y para el año que viene, un nuevo libro de su editorial Lovingbooks. Esta vez será su pareja, María Corredera, lo que demuestre su destreza ilustradora.