La intoxicación de menores con sustancias estupefacientes de padres y allegados no es frecuente pero sí se dan algunos casos cada cierto tiempo.

Once meses antes de que sucediera el episodio de la menor marbellí, a principios de marzo de 2003, los padres de una pequeña de once meses fueron detenidos por la Policía Local de Málaga después de que en unos análisis realizados a la pequeña en el Hospital Materno Infantil se hallaran restos de cocaína.

La noticia saltó a la luz cuando los agentes del Grupo de Escoltas, Menores y Atención al Ciudadano fueron requeridos por el centro hospitalario tras las pruebas practicadas a la menor. Los médicos encontraron en la niña un cuadro compatible con el consumo de sustancias estupefacientes.

Una vez en el hospital, los padres manifestaron a los agentes que en ningún momento habían dejado sola a la pequeña y que desconocían cómo había podido ingerir la droga, ya que no eran consumidores de esa sustancia, aunque sí de hachís.

Tras entrevistarse con los abuelos maternos y paternos de la niña, quienes también desconocían cómo llegó la droga hasta la menor, los agentes detuvieron a los padres tras llegar a la conclusión de que la corta edad de la pequeña le impedía andar y tomar dicha sustancia por sí sola. Otros casos similares se han dado a lo largo de los años en Málaga y provincia, asuntos en los que siempre intervienen, tras la fuerza policial, los servicios de menores de la Junta de Andalucía. Los informes determinan si los pequeños pueden volver con su familia.