Nada ha podido cambiar a lo largo de 2011 la terrible dinámica en la que se encuentra inmerso el sector constructor e inmobiliario. El fin de las desgravaciones fiscales a partir del 1 de enero generó un efímero efecto llamada y la bajada del IVA para la compra de vivienda nueva del 8% al 4% hasta el próximo 31 de diciembre tampoco fue estímulo suficiente para relanzar las ventas. La provincia ha registrado en los tres primeros trimestres de 2011 sólo 12.292 operaciones, un 23,2% menos que en el mismo periodo del pasado año y un 60% por debajo de los ritmos de 2007, que fue el último gran ejercicio antes de que llegara la crisis.

Las hipotecas firmadas en Málaga en el acumulado hasta septiembre de 2011 también presentan un descenso del 35,7% sobre 2010, con sólo 12.577 préstamos firmados. El capital global prestado por los bancos asciende a 1.415 millones, un 40,4% menos. Hay menos ventas, pero disminuye aún más el dinero concedido por las entidades financieras.

La Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), con su presidente, José Prado, a la cabeza, se queja además de que los bancos ponen muchas más facilidades para dar hipotecas a los pisos de su propia cartera de vivienda, mientras que obstaculizan a los clientes que quieren comprar pisos a las promotoras.

Pesa a esta panorama, el sector afirma que el stock de viviendas acabadas y sin vender que mantiene paralizado el mercado está obteniendo poco a poco salida. No porque las ventas sean aceptables, que no lo son, sino porque ya no se construye nada nuevo, con lo que lo poco que se comercializa sale directamente de ese stock ¿Y de cuántas viviendas hablamos? La ACP, siguiendo los datos de Fomento, dice que había 22.000 a inicios de año y que ahora son 16.000, mientras que Analistas Económicos de Andalucía, del Grupo Unicaja, parte de listones mucho más altos: calcula que había 53.000 y ahora quedan 46.000. Todo depende de la metodología que se usa para el recuento, aunque lo que parece cierto es que el stock al fin comienza a bajar.

De todas formas, el visado de viviendas, ese indicador que revela cuántos nuevos pisos prevé construir el sector en los próximos meses, sigue en niveles anecdóticos, con una caída interanual de casi el 47% durante los nueve primeros meses del año y con máximos de hasta el 80% y el 90% en toda la Costa del Sol. Los 908 visados registrados hasta septiembre en el Colegio de Arquitectos de Málaga perfilan marcar un nuevo mínimo equiparable a lo que se construía allá por 1960 . En sólo cinco ejercicios, Málaga ha pasado así del todo a la nada: si en 2006 marcaba un récord de 45.600 visados, en este 2011 cerrará con apenas 1.200, con un brutal descenso del 98%.

Los constructores tienen además otros dos quebraderos de cabeza: los 327 millones de euros que le deben la Junta y los ayuntamientos por infraestructuras y obras civiles ya realizadas y el hecho de que la inversión en obra pública ha caído en 2011 otro 50% hasta quedar en 315 millones. Antes de la crisis la inversión llegó a ser de hasta 1.500 millones.