La ejecución del resto del proyecto del bulevar va a estar muy vinculado al final de la crisis económica y a que se recupere la capacidad inversora, como reconoció ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien apuntó que se requiera de una importante inversión para acometer las siguientes fases.

El proyecto contempla reordenar terrenos que están actualmente en el Camino de San Rafael y que están ocupados por instalaciones municipales €la EMT€ y naves privadas. Esto implica una importante inversión «para la construcción de una nueva sede para la EMT y su traslado», señaló De la Torre, algo que es implanteable con la situación de recortes para las administraciones.

Respecto al traslado de las empresas de San Rafael, el regidor subrayó que ya está trabajando un equipo de Urbanismo para negociar con los propietarios, aunque «es complejo y nada fácil».

Por su parte, los portavoces de la oposición en el Consistorio malagueño criticaron algunos aspectos del proyecto, como el exceso de tráfico previsto para la zona y «la falta de consenso suficiente». A esto último se refirió María Gámez, portavoz del PSOE, quien opinó que «no se ha dicho toda la verdad en cuanto a lo que supone de densidad de tráfico», además de que se cometen «los mismos errores» que en el resto de la ciudad: «Mucha vivienda de renta libre y mucho tráfico».

El portavoz municipal de IU, Pedro Moreno Brenes, aseguró que su formación cree en el proyecto del bulevar, «lo que no queremos es una autopista cualificada». Asimismo, mostró su preocupación por un proyecto que, a largo plazo, va a «cargar más residencias en una de las zonas más pobladas, lo que no es una buena noticia», en referencia a las siguientes fases de la ordenación de este espacio.