El juicio de Malaya se retoma hoy. En concreto, continuarán declarando los principales acusados de cohecho en el seno del caso, una vez que el principal encausado, Juan Antonio Roca, compareció ante la sala durante diez días en los que reconoció haber recibido pagos de empresarios y haber abonado dinero a los miembros de la corporación para que no abandonaran el gobierno marbellí. Después le tocó el turno al promotor José Ávila Rojas, que podría continuar hoy. Lo cierto es que las previsiones más optimistas sitúan en junio el final del plenario, cuando aún quedan por declarar 54 encausados, y pese a que las defensas van a vender muy cara la libertad de sus clientes: según pudo saber este periódico, han solicitado 536 testificales.

Si el tribunal admite todas esas testificales, y los 54 encausados que aún quedan por explicarse ante el fiscal lo hacen antes de Semana Santa, la fecha límite de junio puede quedarse en papel mojado, porque, una vez que concluya el bloque, el corazón del caso, en el que se ventila si Roca cobró más de 33 millones de euros en sobornos de los que repartió una mínima parte entre los ediles, las acusaciones -Fiscalía, Ayuntamiento, Junta de Andalucía- y los abogados de los 95 acusados deberán realizar sus informes finales, lo que podría llevar en torno a un mes. «Es muy optimista fijar el final del juicio para junio, pero se intentará», dice un letrado.

El 28 de junio comenzará en la misma sala el juicio a Isabel Pantoja, Mayte Zaldívar y Julián Muñoz por blanqueo de capitales, por lo que, de prolongarse el juicio matriz, habrá que atrasar esa pieza separada. Ya han transcurrido 16 meses de plenario -lo previsto era un año-; y, de acabar en junio, se alcanzarían los 22 meses, al filo de los dos años, tal y como adelantó en su día este periódico. El escenario más pesimista es que los informes se pronuncien en septiembre, pero el tribunal no quiere habilitar ese mes y está tratando de aligerar en lo posible el juicio sin que se vean afectado los derechos fundamentales de abogados y acusados.

Los 536 testigos y las numerosas diligencias propuestas dejan claro que las partes van a defender con mucho celo la honorabilidad de sus clientes. Aún quedan momentos importantes: la declaración de los empresarios Andrés Liétor o Carlos Sánchez, la de Julián Muñoz o Marisol Yagüe, y la de Isabel García Marcos.

Seis meses para la sentencia

Luego, el ponente, José Godino, tardará un mínimo de seis meses en poner la sentencia, y las partes recurrirán casi con seguridad al Tribunal Supremo. Lo cierto es que la confesión, a medias, de Juan Antonio Roca, ha dejado un panorama más sencillo a priori para el tribunal: el Jefe reconoció los sobornos pero los desvinculó de resoluciones administrativas favorables para los empresarios que pagaron, por lo que busca una condena por cohecho impropio, a lo Camps, es decir, multa pero no prisión.

En los próximos seis meses, la adrenalina comenzará a subir de nuevo a medida que promotores y concejales dibujen claramente qué ocurrió en marbella desde finales de los noventa a agosto de 2003. El principio del fin del juicio del caso Malaya ya ha comenzado.