La historia de Daniel Luna es la de un triste final marcado por la mala suerte. El joven, de 34 años, falleció el pasado sábado en Benasque (Huesca) mientras hacía montañismo.

Según cuentan fuentes cercanas al fallecido, el pasado fin de semana tenía previsto acudir con varios amigos a hacer una ruta por Sierra Nevada, pero finalmente no pudo ser ya que no se concretó.

Pero él tenía ganas de hacer montañismo, y decidió irse solo a Huesca a subir el Aneto, el pico más elevado de los Pirineos, con una altitud de 3.404 metros sobre el nivel del mar, situado en el Parque Natural Posets-Maladeta, en el municipio de Benasque.

Daniel, que no era montañista profesional, decidió ir por la zona más abrupta para acceder a la cima, por lo que pudo resbalar dadas las cantidades de hielo que había en el lugar y precipitarse al vacío.

El joven, que residía en Madrid, fue enterrado ayer en Málaga, de donde es su familia, después de que el coche fúnebre que lo trasladó llegara a la capital tras más de doce horas de carretera.

El día 7, un grupo de montañeros que descendían el Aneto hallaron el cuerpo sin vida del montañero, entre el Ibonet de Coronas y el lago interior de Coronas, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huesca.Tras dar el aviso a la Guardia Civil, dos especialistas de rescate en montaña, junto con un helicóptero, partieron hacia la zona para rescatar el cuerpo, si bien las fuertes ráfagas de viento les impidieron la localización del cadáver y su rescate.

El domingo se reanudaron las labores de búsqueda, partiendo de nuevo el helicóptero junto con dos especialistas del acuartelamiento de Benasque hacia la zona y a las 10.30 horas localizaron el cadáver, que fue evacuado hasta Benasque para practicarle la autopsia.