Ni los eremitas que hace 13 siglos habitaron esta cueva la reconocerían en nuestros días. Puede decirse que desde que fue descubierta durante las obras de urbanización de la Hacienda Platero de Churriana, a mediados de los años 90, este conjunto rupestre lo único que ha recibido han sido gatos, menores que ponen en riesgo su físico y disgustos.

La cueva de la calle Maestro Vert es uno de los 15 conjunto rupestres localizados en Churriana, pero éste tiene la particularidad de ser el que está más metido en el casco urbano, a pocos metros de la nueva biblioteca municipal José Moreno Villa. Pero la proximidad de tanto acervo cultural no ha supuesto la mejoría del conjunto rupestre, un conjunto que tiene su explicación histórica durante la invasión musulmana, cuando se produjo un auge de los ermitaños o eremitas (de ahí viene la palabra ermita), reductos de un mundo cristiano que con los siglos iría reduciéndose cada vez más.

Hace dos años este diario ya publicó las denuncias vecinales por el pésimo estado del recinto, denuncias que se repiten ahora. «En este tiempo lo único que han hecho es recortar dos o tres arbolitos y quitar algunos maceteros, no ha habido cambios», resume Inmaculada Viñolo, presidenta de la asociación de vecinos de Churriana, mientras señala la basura acumulada.

Una valla protege esta cueva, a la que se accede por una puerta cuya llave tiene el Ayuntamiento. Pero la protección no impide que tenga un continuo trasiego de visitantes. «El Ayuntamiento ha limpiado varias veces pero mientras esto siga estando así, los niños seguirán saltando y esto está lleno de gatos por todos lados», recalca la presidenta vecinal.

La presencia de los niños no es ninguna tontería por el riesgo de desprendimientos, como demuestra una gran roca a la entrada, caída durante las fuertes lluvias de hace un par de inviernos.

«La cueva tiene unos 12 o 15 metros de profundidad y en algunos sitios cabes de pie», explica José García, dirigente vecinal, que trabajaba en las obras de la Hacienda Paredes cuando se descubrió la cueva.

Inmaculada Viñolo señala la presencia de basura, gatos y pintadas en este conjunto teóricamente protegido y recuerda haber pedido «muchas veces» en las comisiones del distrito de Churriana «que esto se conserve y que se cubra de alguna manera y además que se pueda visitar».

Ayuntamiento. El concejal de Cultura, Damián Caneda, solicitó ayer a este periódico fotografías actuales e información sobre el estado del conjunto rupestre y señaló que estudiaría si la concejalía puede tomar algún tipo de medidas.

En marzo de 2010 el grupo municipal de Izquierda Unida ya denunció, junto a la asociación de vecinos, el mal estado de este conjunto rupestre al que tan mal le está sentando el paso de los siglos.