250 latigazos en la espalda. Pequeños traumatismos en el cráneo. Una gran herida sangrante en el costado y los huesos metacarpianos perforados. El hombre que envolvió la Sábana Santa sufrió una tremenda tortura. Los cristianos creen que fue el Hijo de Dios. Los más escépticos, no sólo ponen en duda que pudiera ser Cristo quien fuera amortajado en ese lienzo, sino que desechan la idea de que el sudario, que se custodia y venera en Turín, sea auténtico. Sin embargo, el misterio que encierra un paño tan sencillo es, en realidad, muy complejo. Y sigue sin ser resuelto pese a haber sido estudiado mil veces por los más prestigiosos científicos.

La Catedral acoge desde ayer, y durante los próximos cuatro meses, una exposición en la que se lleva a cabo un repaso de los principales análisis a los que ha sido sometida la reliquia, desde su hallazgo hasta la actualidad, de las características que la hacen única, así como del martirio que pasó Cristo hasta morir en la cruz y ser sepultado. De hecho, en la muestra se puede visitar una recreación a escala real del sepulcro en el que pudo ser enterrado.

Pero no es la pieza más destacable. El recorrido culmina con una reproducción exacta de la Sábana Santa, realizada por un laboratorio de Turín bajo la autorización de la Santa Sede, así como con una imagen en madera de cedro de Cristo, realizada por el imaginero Juan Manuel Miñarro, doctor en Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, tras más de doce años estudiando la Síndone. Una recreación fiel en tres dimensiones de la Sábana Santa, «sin un sólo golpe de más», destacó Álvaro Cruz, comisario de la exposición y responsable de la empresa D Blanco Producciones, una de las organizadoras de la muestra.

«Este sudario es la prueba de que fue verdad», explicó Cruz, que acompañó al obispo de la diócesis, Jesús Catalá, al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, al edil de Cultura y Turismo, Damián Caneda, y a otras autoridades civiles y religiosas en la primera visita por la exposición, que se divide en doce salas sobre una superficie de 500 metros cuadrados, en el trascoro de la Catedral.

«Es una historia que estaba dormida y que despierta aquí en Málaga», destacó Cruz, haciendo referencia a la prueba del carbono 14 y que dató el sudario en la Edad Media, entre los años 1260 y 1390, «130 años de diferencia», resaltó el comisario. «Analizaron un fragmento de 8 centímetros y que a su vez fue dividido en tres partes para que fueran analizados en los laboratorios de las universidades de Arizona, Zurich y Oxford», explicó. En conclusión, la prueba no pudo darse como concluyente, aunque sirvió para desprestigiar la autenticidad de la tela y que ésta fuera considerada un fraude, a pesar de que ni siquiera los científicos de la NASA pudieran descifrar cómo era posible que pudiera contener una imagen impresa, cuando no se habían detectado pigmentos, algo inexplicable y que podría deberse a la irradiación de energía, y que los cristianos vinculan a la resurrección de Jesús.

Estos científicos realizaron el estudio más completo hasta la fecha sobre la Síndone de Turín, entre los días 8 y 13 de octubre de 1978 (durante 120 horas ininterrumpidamente). Era un grupo de 31 expertos americanos especialistas en diversas disciplinas (físicos, químicos, hematólogos, forenses, fotógrafos,…) que trabajaron conjuntamente bajo las siglas STURP.

En la exposición se explican cuáles son las nueve características que hacen única a esta pieza: superficialidad, ausencia de pigmentos, no direccionalidad, estabilidad térmica, estabilidad hidrológica, estabilidad química, pormenorización, negatividad y tridimensionalidad.

Vista por el microscopio, la Sábana Santa está confeccionada con hilo de lino tejido de forma irregular, lo que prueba su antigüedad. Se detecta la presencia de aloe y mirra, ungüentos que se utilizaban para amortajar a los cadáveres en aquella época, polen de flora autóctona de Jerusalén, ya desaparecida y que existía en el año 30, y restos de sangre humana.

Las salas décima y undécima, denominadas Forense y Científica, analizan estas circunstancias que confluyen en la Síndone. En la primera, además, destaca la presencia de un esqueleto sobre una camilla de autopsias en el que se puede observar la posición del esqueleto que adoptaría el hombre envuelto en la Sábana, así como la situación exacta por donde penetró la lanzada en el costado, y los clavos en las muñecas y pies.

En varios monitores aparecen datos interesantes sobre la crucifixión de Cristo y la acción del rigor mortis en su cuerpo, cuando fue descendido del madero, en función de los datos obtenidos de la Sábana Santa: hombre de 1,78 metros, alto para la época; cabeza flexionada con ángulo de 40 grados, con nuca elevada y tensa; músculos pectorales contraídos y salientes; brazo izquierdo sobre el derecho, situados sobre el pubis; piernas flexionadas, especialmente la izquierda; y el pie derecho más apoyado que el izquierdo.

Así es como Miñarro ha representado a Cristo en su imagen yacente, que se sitúa sobre una urna de cristal en la que un espejo permite ver reflejadas todas las heridas en la espalda, glúteos y muslos.

Son traumatismos producidos por instrumentos que se pueden ver en la sala 9, bajo el epígrafe La Condena, como el flagelo, el pilum, una reproducción de la propia cruz y del INRI, escrito en las tres lenguas que dicen los Evangelios (latín, griego y hebreo), o de la corona de espinas, que en lugar de tener forma de aro, como suele ser representada en el arte religioso, tenía forma de casco.

Juan Carlos Estrada, responsable de Esirtu Group, empresa que también participa en la organización de la exposición, destacó que ésta servirá para establecer «un diálogo entre la fe y la cultura». El obispo, que bendijo la exposición, ahondó en este aspecto y desmintió que la religión esté reñida con la ciencia. «Un creyente que así piense se equivoca, como no es buen científico quien lo asevere. Todos los avances de la ciencia van en plena sintonía con la fe cristiana», dijo. Por su parte, el alcalde deseó que la muestra sirva para proyectar la imagen de Málaga al exterior.

Recomiendan comprar las entradas con antelación. La exposición abre hoy sus puertas al público. Puede visitarse los siete días de la semana, de 09.00 a 21.00 horas. La organización prevé que entren grupos de unas 10 personas cada 15 minutos. Las entradas, que tienen un coste de ocho euros la general, siete para grupos escolares y seis la reducida (incluyendo la audioguía), pueden adquirirse a través de Internet, en el teléfono 902 76 00 40 o en la taquilla instalada en la plaza del Obispo. Desde la organización recomiendan reservar dado el volumen de visitantes que se espera, más de cien mil personas, durante los cuatro meses que permanecerá abierta. El dinero que se recaude será para sufragar íntegramente los gastos de la muestra y si sobra algo se destinará a obras sociales. Juan Carlos Estrada agradeció el trabajo y la colaboración tanto del cabildo de la Catedral como del Ayuntamiento de Málaga, «que se han implicado en este proyecto desde el principio, involucrando a muchas áreas», dijo.

INAUGURACIÓNMálaga es la primera ciudad que recibe esta muestra itinerante

Málaga se convierte en la primera ciudad del mundo donde se inaugura esta exposición sobre la Sábana Santa, «la más grande que se ha hecho en la historia», afirmó su comisario, Álvaro Cruz, quien aseguró que «no es una exposición al uso, sino que se dan datos que el mundo desconocía».

OTRA PIEZA CLAVELos estudios que comparan la Síndone y el Sudario de Oviedo

También se muestran los estudios forenses de otra pieza clave, el Santo Sudario, que, según la tradición, se conserva en la Catedral de Oviedo, además de los análisis realizados por el Edices, órgano formado por forenses y científicos de distintas disciplinas. Todos ellos son comparados y analizados conjuntamente en un informe científico-forense, proporcionando datos sobre su portador.

INCÓGNITASUna muestra que marcará un «antes y un después»

«La Sábana Santa es un reto a la inteligencia» y esta exposición «marca un antes y un después», dijo Cruz.