La Policía Local de Málaga entregó el pasado viernes a un juez y a la Policía Nacional sendas copias del atestado que abrió un día antes por el accidente en el que una niña de 13 años resultó herida muy grave al caerle una barra de hierro en la cabeza que se desprendió desde una ventana.

Según ha podido saber este periódico, la investigación llevada a cabo por los agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga concluyó que el suceso fue producto de una fatalidad, por lo que no hallaron ningún tipo de responsabilidad. En todo caso las fuentes consultadas aseguran que será el juez el que decida si finalmente hay imputados o no. Por su parte, fuentes del hospital Carlos Haya, donde la niña fue intervenida quirúrgicamente nada más llegar, aseguraron ayer que continuaba ingresada en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) en estado muy grave.

El suceso ocurrió a primera hora de la mañana del pasado jueves, cuando la chica se dirigía al colegio Padre Jacobo del barrio de La Princesa, donde estudia segundo de la ESO. Sobre las 8.25 horas, el sistema Emergencias 112 Andalucía recibió varios avisos telefónicos de particulares que informaban sobre la presencia de una niña que yacía en el suelo herida en la cabeza en el Carril de la Cordobesa. Junto a la niña había una barra de hierro.

Mientras la menor era atendida y trasladada a Carlos Haya con un traumatismo craneoencefálico severo, los agentes de la Policía Local comenzaron la búsqueda del punto exacto desde el que cayó la barra. Según fuentes de este cuerpo, la barra se desprendió de una de las varillas huecas de un toldo de la séptima planta del edificio que rodeaba la niña. Habría sido colocada ahí por los propietarios para que resistiera mejor al viento, según las fuentes.