Más de 5.000 ciudadanos malagueños se desplazaron ayer hasta Sevilla para encabezar la principal movilización en Andalucía contra el decreto que entrará en vigor mañana y que sólo en la comarca de la Axarquía permitirá regular más de 11.000 casas ilegales.

La manifestación, que partió de la glorieta de San Lázaro y concluyó en el Parlamento andaluz, congregó a más de 10.000 personas, según indicó la presidenta de la Asociación Provincial de Viviendas Irregulares de Málaga, María del Mar Vázquez.

Un centenar de colectivos protestaron contra los últimos cambios en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA) y el propio decreto, debido a que no recogen las «peticiones formuladas ante la Junta durante el último año», encaminadas a que las casas ya reguladas «no queden en un verdadero limbo jurídico». Vázquez se mostró muy crítica, además, con la determinación de la Administración autonómica de «reunirse sólo con los colectivos de residentes extranjeros de la Axarquía y Almería».

«Han logrado con este gesto que aún haya más rabia en esta manifestación. Los insultos han sido todavía más fuertes. No hay derecho a que reúnan a unas personas que, con todos nuestros respetos, no están en su mayoría empadronados en nuestro país o pagan la mayoría de sus tributos fuera de España», subrayó la presidenta.

Vázquez indicó que hoy tiene previsto fijar un encuentro de su colectivo con el diputado provincial de Urbanismo y concejal de Estepona, Ignacio Mena (PP). «Queremos que tanto los parlamentarios salientes como los del partido que pueda formar gobierno sepan nuestra problemática. No nos sirven los cambios normativos aprobados al terminar esta legislatura».

Por su parte, el presidente de la asociación axárquica de residentes foráneos Save Our Homes in Axarquía (Soha), Philip Smalley, reconoció que no se manifestaron ayer en Sevilla, al haber optado por reunirse con portavoces políticos.

Ayer conocieron de primera mano la postura del grupo parlamentario del PP respecto a las modificaciones de la legislación. Fue una primera toma de contacto y en breve, sus 400 asociados, en su mayoría de Alcaucín y La Viñuela, «determinarán si también se movilizan en las calles».