La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a cinco años de cárcel a un hombre que, junto a un segundo fugado, entró en una casa de Manilva ocultando su rostro con su pasamontañas, maniató a los tres hombres que había en ese momento en la vivienda y robó 700 gramos de hachís, 42 de marihuana, una piscina hinchable y una cartera, entre otros objetos. Fue sentenciado por un delito de robo con violencia y dos faltas de lesiones (300 euros de multa por cada una).

Según consta en la sentencia, el acusado accedió, a las 00.30 horas del 27 de diciembre de 2010, a un domicilio ubicado en una urbanización de Manilva, y encañonó con una escopeta recortada a dos hombres, uno de ellos el dueño de la casa. Los metió dentro de la casa, y, con ánimo de coartar la voluntad de los encañonados, «los tiró al suelo, y les tapó la boca» con el mismo material. Uno de los asaltantes le decía a otro: «Córtale un dedo a ver si habla», además, según el Tribunal, «de propinarles diferentes golpes». El otro registraba la vivienda.

Atados de pies y manos. A las 00.40 horas del mismo día, llamó a la puerta un tercero, y los acusados «lo introdujeron de forma violenta en el piso, y, con el mismo ánimo, fue tirado al suelo atado de pies y manos y amordazado». Dos minutos después, declara probado la Audiencia, «juntaron a las tres víctimas y los rodearon con cinta dándoles varias vueltas por el pecho y los pies».

El procesado que ha sido juzgado se apoderó de 700 gramos de hachís, 42 de marihuana; de una Playstation, dos móviles, una caja fuerte y una piscina hinchable, además de una cartera de piel, las llaves de una vivienda, una cartera y un móvil Nokia.

«Con la finalidad de asegurar la huida, el procesado, cuando abandonó el domicilio, encañonó a un vecino de la zona que se hallaba en las inmediaciones del domicilio», aclara el Tribunal. Los testigos coinciden en afirmar que el encausado llevaba un pasamontañas en la cabeza.

Además de la pena de privación de libertad impuesta por la Sala, el acusado ha sido absuelto de tres delitos de detención ilegal, dado que el fiscal retiró la acusación en este punto. Por los daños morales causados a los tres perjudicados, deberá indemnizar a cada uno en una suma de 6.000 euros. Por último, deberá abonarles pequeñas cantidades por las secuelas de la agresión y por los efectos sustraídos.