La provincia de Málaga cuenta con una bolsa fraudulenta de economía sumergida de unos 6.127 millones de euros, lo que equivaldría al 22,6% del Producto Interior Bruto (PIB) y que la sitúa como la provincia número 11 entre las que acumulan una mayor cantidad de fraude a la Agencia Tributaria y Seguridad Social, según los datos de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).

Precisamente para reducir esta bolsa, que Gestha a nivel nacional eleva a 244.134 millones de euros, el Gobierno presentó ayer un nuevo plan anual de control tributario y aduanero, que pretende reducir el fraude tributario y mejorar la tasa de ingresos del Estado. Las previsiones del Gobierno para este año supondrán recaudar unos 8.171 millones de euros más gracias a este plan, cifra que extrapolada a Málaga correspondería que afloraran unos 250 millones de euros de los 6.127 millones que constituyen la economía sumergida en la provincia.

El presidente de Gestha, Carlos Cruzado, considera que las medidas planteadas por el Gobierno no son suficientemente ambiciosas y prevé que la cifra de 8.000 millones «se superará holgadamente y se llegará a los 10.000 millones. No obstante, estima que «se debería de recaudar tres veces más para acercarnos a los niveles europeos». Cruzado apunta además que las previsiones de la lucha contra el fraude para 2012 son similares a las de años anteriores, que apenas suponen el 17% del dinero que podría aflorar con unas medidas más duras.

Uno de los puntos más criticados por Gestha es la tradicional falta de medidas que permitan controlar las grandes fortunas, que en opinión de Carlos Cruzado «tienen muchos instrumentos legales que les permiten no tributar». Para el presidente de la asociación de los técnicos de Hacienda ésta es una de las grandes carencias de los diferentes planes antifraude, pese a que en esta nueva campaña se ponga un especial énfasis en controlar los ingresos de artistas y deportistas.

Precisamente las actuaciones para controlar posibles fraudes de deportistas y artistas marcan una de las prioridades de la Agencia Tributaria para este año, que incrementará un 14% las actuaciones contra las conductas fraudulentas que generan «alarma social». En este contexto se encuadran los planes contra el empleo de facturas falsas para reducir el pago de impuestos y los «entramados» societarios de los que se sirven profesionales, artistas y deportistas «para deducirse, indebidamente, sus gastos particulares».

Alquileres sin control. Una de las novedades del plan contra el fraude será la búsqueda de alquileres que no están declarados y que forman una parte importante de la economía sumergida. Esta medida, apoyada por Gestha, consistirá en estudiar el consumo energético de 35 millones de viviendas, para comprobar cuáles de las que no pertenecen a primera ocupación tienen un gasto excesivamente alto y que pueda indicar la existencia de un posible alquiler.

En el caso de Málaga capital, dispone de 243.525 viviendas construidas, de las que el 76% son consideradas principales, mientras que el resto se distribuye en segunda residencia y vacías, siendo éstas –unas 58.000– las que pasarán a estar bajo la lupa de la Agencia Tributaria. Esta actuación ya se venía aplicando a los locales comerciales y a partir de este año se extenderá a las viviendas.

Los planes de Hacienda priorizan también las emisiones de facturas falsas irregulares, en especial, de los contribuyentes que tributen en régimen de estimación objetiva, así como los tramas de fraude de IVA en operaciones intracomunitarias.

La crisis incrementa la economía sumergida. La crisis económica en la que está inmersa España se ha agravado en los últimos años con la fuerte caída de los ingresos del Estado, tanto por la paralización de la actividad económica como por el incremento del fraude a la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. El presidente de la asociación de técnicos de Hacienda (Gestha), Carlos Cruzado, explicó que las empresas «prefieren pagar a los proveedores y a los bancos antes de pagar la Seguridad Social o los impuestos». Esto ha tenido un efecto perverso al disparar las deudas de las administraciones públicas, afectando al pago de las facturas y a los recortes en las inversiones. Gestha propone mejorar la legislación para controlar las grandes fortunas y los medios para mejorar la recaudación.