El dato del paro de febrero vuelve a ser nefasto: la provincia registró un incremento del 2,47% en relación a enero, lo que significa que hay 5.001 personas más desempleadas. En total, en Málaga el grueso de parados supera la cifra de 207.000, lo que supone un 8,8% más que hace un año, o 16.719 personas más.

Hay, sin embargo, algunos matices que, en una marea como la actual, invitan a cierto optimismo tamizado de escepticismo, claro está: cada día fueron despedidos en febrero 172 malagueños, frente a los 240 de enero, lo que significa que el ritmo de destrucción de empleo ha caído de forma pronunciada. Los expertos recuerdan que, antes de crear empleo, hay que frenar su destrucción.

La clave del incremento hay que buscarla en el mal comportamiento del sector servicios, verdadero pulmón económico provincial (crece el desempleo en 2.203 personas, la mitad que en enero), y en que la construcción sigue sin tirar del carro (hay 1.000 parados más en este ramo, duplicándose el crecimiento). En los próximos meses el panorama sigue siendo negro, pese al inminente comienzo de la temporada alta turística. El Gobierno defendió ayer que es imposible que se note aún la reforma laboral, aprobada recientemente; no será hasta mediados de 2013 cuando se empiece a crear trabajo. Claro que, según el Ejecutivo anterior, el motor iba a volver a encenderse a finales del año pasado. Las previsiones, con un escenario tan inestable y en inminente recesión, se quedan por ahora en papel mojado.

El secretario provincial de CCOO, Antonio Herrera, aseguró que «se trata del peor dato de los últimos diez años durante el mes de febrero», y atacó directamente a la reforma laboral: «La cifra responde a la ineficaz reforma laboral, que sitúa ya a Málaga en una profunda recesión económica».

Éste recuerda que el paro sigue aumentando en la construcción, «donde creíamos que ya se había tocado suelo»; y en servicios «por la caída del consumo». Herrera se fija además en el dato interanual, el 8,77%: «Se está cambiando la tendencia del crecimiento del paro, ya que antes se crecía pero cada vez con menos intensidad». Sin embargo, aumenta, aclara, desde agosto, «coincidiendo con la reforma laboral de Zapatero».

La reforma, añadió, devendrá especialmente nociva para las mujeres –crece un 10% el desempleo entre las féminas en un año–. La contratación, precisó, disminuye en febrero, al igual que la contratación indefinida, frente al aumento espectactular de la temporal (38.803).

En Andalucía, el paro creció en 36.404 personas en febrero, lo que supone un crecimiento del 3,61% respecto a enero. En total, la cifra de desempleados es de 1.044.606. El crecimiento interanual es del 10,57%, lo que quiere decir que el desempleo aumentó en un ejercicio en casi 100.000 personas.

Por provincias, fue Jaén donde más creció el desempleo (15,89%), seguida de Córdoba (5,88), Almería (4,62), Granada (3,84), Sevilla (2,81), Málaga (2,47), Cádiz (1,78) y Huelva (0,78).

A nivel nacional, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) al finalizar febrero fue superior a los 4,71 millones de personas, tras subir en ese mes en 112.269 desempleados. El aumento porcentual es del 2,44%, tres décimas inferior al de Málaga y más de un punto menor al guarismo andaluz. En términos interanuales, el desempleo aumentó en 412.835 personas, un 9,6% más. El volumen concreto fue de 4.712.098 desempleados, el nivel más alto en toda la serie histórica comparable (desde 1996).

La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, explicó que el incremento de este indicador justifica la aprobación de la reforma laboral «equilibrada, justa y completa», dado que crea un marco que «facilita a empresa y trabajadores adaptarse a la realidad de su entorno, y pone a su disposición un conjunto de herramientas que les permiten buscar alternativas al despido como mecanismo de ajuste». En cuanto se den las circunstancias económicas necesarias, la reforma empezará a dar sus frutos, dijo.

La culpa es de la reforma. El consejero de Empleo, Antonio Ávila, vinculó el incremento del paro a la reforma. «Ha supuesto un incremento que hacía tiempo que no se veía, el cual, lógicamente, algo tendrá que ver con una reforma laboral que se aprueba en febrero». La reflexión enfadó, y mucho, al presidente provincial del PP, Elías Bendodo, quien dijo: «No ha dado tiempo a aplicarla». En este punto, subrayó que lo que está haciendo el Ejecutivo central es «trabajar para frenar la hemorragia que ha dejado el PSOE». «No tiene ningún sentido porque se manifiestan contra las políticas que ellos mismos han llevado a cabo y que han generado esos 1,2 millones de desempleados», resaltó Bendodo.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, fue más breve al calificar el dato de «tragedia», y los líderes sindicales andaluces fueron contundentes: habrá más desempleo si el Gobierno no rectifica.

Francisco Carbonero, secretario regional de CCOO-A, advirtió: «O el Gobierno central rectifica o no sólo habrá movilización social, sino también un aumento del paro, de la precariedad, de la eventualidad y un empobrecimiento».

El vicesecretario general de UGT-A, Dionisio Valverde, criticó que la reforma es «la que abarata el despido y pone al trabajador en la calle y en las listas del paro de manera exprés».