La provincia malagueña ha vivido este año el tercer invierno más seco de los últimos 69 años tras registrar tan sólo 28 milímetros de precipitaciones, una cifra muy similar a la que se vivió en los meses invernales de 1960 y 1961, con 27. En la comarca de Antequera se concentró la situación provincial más preocupante, donde llovió un 60% menos de lo que se debería haber registrado.

Esta primavera será más calurosa que en anteriores ocasiones y, aunque se esperan precipitaciones en los próximos meses, las lluvias no «solucionarán el déficit de agua» que actualmente padece el sur de peninsular, según explicaron en el balance trimestral del clima elaborado por la Agencia Española de Meteorología (Aemet) con respecto a este invierno 2011-2012.

Aunque Málaga no llegó a la sequía extrema de 1994, éste ha sido uno de los peores años para las reservas hídricas de la provincia, lo que ha acentuado además un descenso considerable de las temperaturas con respecto a años anteriores. «Podemos decir que ha sido un invierno tremendamente seco y frío», explicó el responsable de Aemet Málaga, Fausto Polvorinos. Cabe recordar que la agencia estableció la alerta amarilla en algunos puntos de la provincia por bajas temperaturas y heladas ocasionales.

Concretamente, diciembre y enero fueron meses «cálidos» en comparación con la media de años anteriores, mientras que febrero ha sido uno de los más «gélidos» desde hace años. En Andalucía, los 29 días del pasado mes marcaron «claramente» el trimestre invernal en cuanto al frío y además, a nivel regional, lo situaron como el mes más seco desde el año 1947.

Con todos estos datos, la primavera «rápida que hemos empezado a tener desde hace unos días» seguirá de momento establecida en toda la comunidad. Una situación que, según explicó el delegado territorial en Andalucía, Luis Fernando López Cotín, «hace pensar que las consecuencias del calentamiento global ya están apareciendo», algo que se observa en una sequía de doble vertiente.

Por un lado, los expertos hablan de la sequía meteorológica que afecta a los cultivos y a la salud de los ciudadanos, aunque en ningún caso llega a ser «alarmante». Esto se traduce fundamentalmente en la contaminación atmosférica y en la aparición de la característica «boina negra» que cubre el cielo de las capitales andaluzas.

Por otro lado, existe la sequía hidrológica que afecta a los embalses andaluces -actualmente al 70% de su total-. De momento los niveles no llegan a ser críticos gracias a los años anteriores, «excesivamente» lluviosos.

Semana Santa. De momento, los responsables de Aemet, tras analizar los datos registrados en los últimos meses, no se han aventurado a predecir lo que ocurrirá en Semana Santa. Sin embargo, advirtieron de que «la tendencia para esta primavera serán temperaturas algo más elevadas que otros años», explicaron en rueda de prensa.

Por su parte, el portavoz de la Aemet, Ángel Rivera, aseguró ayer, durante la presentación de la predicción estacional para España, que una primavera con precipitaciones normales como la que se espera, alrededor de 145 litros por metro cuadrado, no será suficientes para mitigar la sequía meteorológica que padece España. La primavera, que entrará oficialmente a las 6.14 h del día 20, tendrá en general una tendencia de temperaturas superiores a los valores normales.