Hoy es día de reparto. Productos lácteos como quesos, leche, natillas; zumos de frutas, distintos tipos de pasta alimenticia, galletas y cereales de desayuno; caldo de carne, crema de verdura deshidratada, tomate frito en conserva, arroz o alimentos para la población infantil como papillas de cereales y leche de continuación.

Cruz Roja en Málaga ha comenzado una nueva fase de entrega de alimentos a las asociaciones de la provincia que a su vez los distribuirán entre las familias más necesitadas. Concretamente se trata de la cuarta y última fase del Plan de Alimentos 2011 que comenzó en febrero y que se desarrollará hasta abril. Sólo en esta fase Cruz Roja entregará 900.000 kilos/litros de alimentos entre las 126 entidades que a su vez llegarán a más de 36.000 usuarios.

En total en esta campaña de alimentos de 2011 -aunque incluye este cuarto reparto ya en 2012- se habrán distribuido en cuatro fases 2.746.942 kilos/litros de alimentos a este mismo número de usuarios en Málaga. Cada beneficiario ha recibido una media de 75,4 kilos de alimentos, informa la entidad.

Excedentes europeos

El trabajo de organización y reparto de alimentos es arduo y complejo. La ayuda va dirigida a individuos o familias especialmente vulnerables, como son grupos familiares con menores o personas mayores a su cargo, familias monoparentales; personas con discapacidad física, psíquica o sensorial; personas incapacitadas para el trabajo o afectadas por toxicomanías o sida, menores en situación de desamparo, mujeres maltratadas, minorías étnicas, inmigrantes, refugiados, asilados, exreclusos, transeúntes y personas mayores receptoras de las pensiones más bajas.

Los palés llegan precintados y perfectamente empaquetados desde la central de Cruz Roja en Madrid. Se trata de alimentos de los excedentes europeos distribuidos a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) para los más necesitados. Todo está a su vez registrado a través de un sistema informático, tanto lo que llega como lo que cada asociación a su vez recoge para su distribución a las familias, explica Encarni López que es la técnico de Cruz Roja que se encarga del correcto desarrollo de este programa.

41.755 kilos en un día

Encarni repasa los listados de alimentos y las asociaciones. Todo está preparado. Hoy (el pasado viernes) pasarán por la nave de la organización instalada en la calle Castelao, 44 del polígono Guadalhorce siete asociaciones y entidades y se repartirán nada menos que 41.755 kilos de comida de una tacada. Una ayuda más que vital y fundamental para la subsistencia de las familias malagueñas más necesitadas.

La Asociación Evangélica de Ayuda al Marginado que actúa en La Palma retirará 11.000 kilos con los que se alimentarán a entre 150 y 180 familias. Para la Asociación Real de Antequera irán otros 4.000, se trata de una comunidad terapéutica de personas con problemas de 70 personas. La Asociación Ruso Parlantes Andalucía Juntos se hará cargo de 7.500 kilos para 200 familias de la provincia, alrededor de mil personas. El Ayuntamiento de Casabermeja (1.237 kilos), el comedor municipal de esta localidad (440 kilos), la propia Cruz Roja de Rincón de la Victoria (11.377 kilos) y el Taller de la Amistad (1.380 kilos) son otras de las entidades que pasaron el viernes por la nave de Cruz Roja para recoger los alimentos.

Ayuda en la Palma

Antonio Jiménez es el presidente de la Asociación Evangélica de Ayuda al Marginado que actúa en La Palma. Trabajan en uno de los barrios de Málaga más desfavorecidos y complicados. «Venimos a llevarnos más de 11.000 kilos de comida. Hoy mismo y mañana vendrán entre 150 y 180 familias a llevarse estos paquetes y dentro de un mes hacemos un nuevo reparto. Además de los alimentos les damos ropa. Y no hacemos más porque no tenemos espacio, necesitamos un local más grande», comenta Antonio. «Les damos natillas, arroz, cereales para los niños, espaguetis. La mayoría de las familias a las que ayudamos están muy mal, están muy necesitadas. Además de a estas personas de La Palma atendemos a las que nos deriva Cruz Roja de zonas como Miraflores», indica.

Antonio ya ha cargado la mercancía y le firma a Encarni el listado de la comida que ha retirado que a su vez queda sellado y registrado. Todo está en orden.

Personas en recuperación

La Asociación Real de Antequera también se ha presentado en la nave puntualmente a primera hora de la mañana. Le corresponden más de 4.000 kilos. Se trata de una comunidad terapéutica de esta localidad en la que actualmente residen 70 personas. «Antes era un centro de rehabilitación para personas con problemas de drogas, pero se ha ampliado y ahora acoge además a personas con diversos problemas o mujeres maltratadas, etc. Trabajamos en el campo, en la Vega de Antequera, y acogemos todo tipo de personas para que sean tratadas y reinsertadas de nuevo en la sociedad», explica Domingo Ortiz, miembro de esta organización.

Comida para toda la provincia

La Asociación Ruso Parlante Andalucía Juntos se creó originariamente para ayudar a las personas de los países del Este (ruso-parlantes), con el objetivo de ser punto de encuentro cultural, de ayuda a los niños en el aprendizaje del idioma y apoyo a las familias necesitadas, pero ahora ayudan además a españoles, latinoamericanos, italianos, franceses, explica la presidenta, Halyna Vasylkovska.

«Con la crisis la cosa está tan mal que ayudamos a todo el que podemos. Con los 7.000 kilos que nos llevamos ahora damos alimento a 200 familias, lo que pueden ser cerca de mil personas», comenta. La asociación distribuye alimentos a lo largo de toda la provincia: la capital, Benalmádena y Arroyo de la Miel, Torremolinos o Coín, entre otras localidades. «Se trata de personas que no tienen trabajo, o familias con un sólo miembro trabajando que apenas alcanzan a pagar la vivienda o gente incluso que está en la calle. Tenemos a personas sin documentación que consiguen algún trabajo por unos días y lo que hacen es juntarse cinco familias de estas características en un sólo piso, en el que viven 15 personas y que sólo pueden pagar la casa y la luz. Esta comida es una ayuda, un complemento», comenta Halyna.

Los voluntarios, vitales

Esta labor no sería posible sin los propios empleados de Cruz Roja y, cómo no, los voluntarios. Joaquín Jiménez representa a ese colectivo de personas que de forma desinteresada colabora para que puedan llevarse a cabo labores tan importantes como el reparto de alimentos. «Tengo 53 años, estoy parado y me vine a Cruz Roja para estar entretenido. Me gusta colaborar», dice Joaquín, que echa una mano en el reparto de alimentos y también ayuda a personas mayores.