La idea es que hablen y, si de ese diálogo surgen soluciones, el éxito será redondo. O eso piensa al menos el presidente de la Audiencia Provincial de Málaga, Antonio Alcalá, quien ha impulsado un foro que aglutina a todos los jueces decano de los partidos judiciales de la provincia y a los delegados del Colegio de Abogados en esas circunscripciones con el objetivo de que «resuelvan los conflictos del día a día hablando».

El recién nacido Foro de Diálogo con la Administración de Justicia se reunió por primera vez el pasado miércoles y al evento acudieron el propio Alcalá, que llevaba en su programa la mejora del diálogo con los distintos operadores jurídicos; el decano del Colegio de Abogados de Málaga, Manuel Camas, los delegados de la institución colegial en todos los partidos judiciales de la provincia y la mayoría de los jueces decano de Málaga (Marbella, Torremolinos, Coín, Vélez Málaga y Fuengirola), amén de representantes del Colegio de Abogados de Antequera.

«Es un foro novedoso al que estamos pensando darle periodicidad: por ejemplo, que se reúna una vez cada trimestre, y esto nos permitirá limar roces y hacer más operativa la justicia», dice el presidente de la Audiencia. A falta de dinero, el diálogo puede resolver muchos problemas que a diario se dan en el juzgado.

Uno de los más habituales, y que se debatió en la reunión del pasado miércoles, es la suspensión de juicios. Muchas veces se suspenden vistas que luego hay que posponer seis meses, como mínimo, porque un abogado se ha puesto malo o porque una letrada está de parto. «Se reflexionó sobre el hecho de que los jueces seamos más flexibles para suspender en casos de maternidad o enfermedades, mejorando, de paso, la conciliación de la vida laboral y familiar; y, además, hablamos de que, en el lugar de ese juicio suspendido, se ponga otro señalamiento», dice. «La reunión del miércoles sólo fue la presentación, pero lo que queremos es solucionar los conflictos y mejorar la calidad de la administración de justicia», añade.

Antes de llegar a cruces de denuncias y expedientes sancionadores, lo ideal es que jueces y abogados se sienten, expongan sus argumentos y saquen conclusiones, viene a decir el responsable de la Audiencia. Otro asunto que preocupa, y mucho, a los letrados es la puesta a disposición judicial de los detenidos, sobre todo en partidos judiciales del interior, donde hay pocos jueces y en los que, si un arrestado es llevado al órgano instructor a las cuatro de la mañana, previsiblemente tenga que pasar la noche en el calabozo porque no hay forense o fiscal con los que hacer la comparecencia en el instante. Ese asunto también salió y se debatió. En otros casos, son los abogados de oficio los que no están de guardia en esos partidos y, por ejemplo, se encuentran asistiendo a un cliente en juicio. Son situaciones arquetípicas que a fuerza de repetirse se han convertido en una realidad que lastra la eficiencia del servicio público.

Son conflictos que se pueden resolver con diálogo y análisis, entiende Alcalá, y que necesitan de poco dinero más allá de la buena voluntad de las partes, lo que quedó patente en la primera reunión del foro por la cordialidad de los abogados y jueces que asistieron.

La introducción paulatina de las nuevas tecnologías en el juzgado, las notificaciones digitales o la puesta en marcha de la Nueva Oficina Judicial son algunos de los asuntos que, a buen seguro, serán habituales en las próximas reuniones de este foro que acaba de nacer y que ya ha generado consenso en torno a la necesidad de que los operadores jurídicos hablen entre sí.