Tener una farmacia ya no es un tesoro. El año 2011 ha sido especialmente duro para un sector que va cayendo en picado desde que se iniciara la crisis. La receta por principio activo (genéricos) ha supuesto un auténtico freno al negocio, a lo que hay que sumar la reducción en la facturación de las recetas del sistema público y el abultado descenso de ventas de medicamentos sin receta y resto de productos de parafarmacia. Ahora el real decreto de subasta de medicamentos y los retrasos producidos en los pagos del SAS a los farmacéuticos siembran aún más la incertidumbre en un sector en el que se han perdido más de 400 puestos de trabajo en el último año.

Concretamente desde mayo de 2010 a junio de 2011 han sido 360 los técnicos que han perdido su empleo y 50 licenciados en farmacia, explica el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Javier Tudela. «Si en este 2012 continúan los impagos, esto va a ser una sangría», confiesa. Los datos de facturación de 2011 son reveladores y confirman esta realidad. En el pasado año las oficinas de farmacia de la provincia de Málaga bajaron un 11% su facturación en lo que a recetas del sistema público se refiere, y nada menos que un 25% en la venta libre, es decir, medicamentos sin receta y el resto de productos de parafarmacia. Unos índices realmente desalentadores y la mayor bajada de los últimos años, ya que en 2010 los descensos fueron del 5,5% y del 12% en ambos segmentos (medicamentos con receta y parafarmacia, respectivamente) y en 2009 el descenso a su vez fue del 1% y del 5%, explica Tudela.

Y es que el sector ya no mueve el dinero de antaño, pero no hay que olvidar que presta un servicio público vital, recuerda. «No pensemos solo en la capital, hay que tener en cuenta la farmacia del pueblo donde es la única que existe y cuyo farmacéutico trabaja y atiende todos los días del año a esos vecinos para que tengan sus medicamentos. La subsistencia de entre el 25 al 33% de las farmacias de la provincia están en riesgo si no cobran las recetas del SAS. Hablamos del derecho del ciudadano a tener su medicamento», explica el portavoz del colectivo. Actualmente existen en la provincia 620 oficinas con 1.150 farmacéuticos trabajando (850 titulares y co-titulares y el resto farmacéuticos adjuntos) y además 1.600 técnicos de farmacia (lo que antes se llamaban auxiliares). La situación es crítica, el 25% de las farmacias presenta una situación económica difícil. Además, cuatro se encuentran ya en concurso voluntario de acreedores, 12 más están a la espera para entrar a concurso y 40 se encuentran en una situación financiera grave.

Además de la crisis económica, que hace estragos en la compra de productos de parafarmacia, una de las principales causas en la caída de las ventas vino con la receta de principios activos (genéricos), lo que ha supuesto en muchos casos que el precio de los medicamentos se haya devaluado entre un 80 y un 90%. Es decir, si por ejemplo hace cinco o seis años una caja de 14 comprimidos de omeprazol costaba 25,94 euros, ahora una de 28, el doble, vale 2,30 euros (450 pesetas), o el ibuprofeno, donde una caja de 20 comprimidos ha pasado de cinco euros a 60 céntimos.

«No se cubre ni el gasto que supone hacer y fabricar ese fármaco», dice. Tudela explica que no se oponen a estas medidas, ya que esta bajada de precios es positiva para el cliente, pero matiza que el descenso del precio ha sido demasiado acusado, y de hasta el 90% en algunos casos.