Rodrigo Vivar siempre estará agradecido a Baltasar Peña, presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo en 1980, cuando le animó a entrar en la institución, en la que ha pasado 20 años ejerciendo el puesto de tesorero, hasta que recientemente el responsable del Museo Revello de Toro, el profesor Elías de Mateo, ha tomado el relevo. «En estos años todo ha ido perfectamente», resume. Así deben pensar sus compañeros académicos, que las pasadas Navidades le hicieron un homenaje y le entregaron una paleta con su rostro, esculpido por el escultor y académico Suso de Marcos. «Era algo que no me esperaba, la verdad es que en la Academia he encontrado gente estupenda y amistades de toda clase».

Rodrigo Vivar aprovecha para destacar la labor del presidente actual Manuel del Campo y del secretario, Francisco Cabrera, así como el trabajo de Pepe Bornoy al frente del anuario y la tarea que ya realiza Elías de Mateo.

A su juicio, en la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo «hay ahora un volumen de trabajo como nunca, y hoy en día no hay tiempo en nuestras reuniones para abarcar todo lo que los académicos quieren hacer».

Precisamente, San Telmo respaldará su próxima exposición antológica, que organizará Cajamar en la sala de exposiciones en la segunda quincena de mayo. Después de seis años sin exponer, Rodrigo Vivar confiesa estar con muchas ganas para enseñar sus nuevas creaciones y también una muestra de su trayectoria.