La plantilla de la empresa municipal Limposam, dedicada a la limpieza de colegios públicos y centros oficiales, ha aprobado un plan de movilizaciones y acciones de protesta durante marzo y abril que culminarán con una huelga los días 25 y 26 de abril. La plantilla reclama que deje de ponerse en manos privada la limpieza de edificios públicos y que las plazas vacantes sean sustituidos y no amortizadas, según anunció un portavoz del comité de empresa.

Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre, tal como hizo anteriormente cuando el conflicto de Limasa, ha enviado una carta a la plantilla en la que explica que la decisión de amortizar las plazas que quedan vacantes «obedece a motivos puramente económicos» pues el Ayuntamiento, al ver como se reducen sus ingresos, tiene que reducir también sus gastos».

La plantilla, que se reunió en asamblea la semana pasada, no sólo no rebajó sus planes de protesta, sino que los ha ampliado hasta llegar a la huelga.

Previamente, entre marzo y abril, hay aprobadas concentraciones en la puerta del Ayuntamiento, manifestaciones en el entorno de los Servicios Operativos y el Centro, e incluso una acampada nocturna.

La huelga para los días 25 y 26 de abril afectaría a una plantilla de 500 personas, mujeres en su mayoría, que dejarían sin limpiar más de 100 colegios públicos de la capital, unos 20 centros de educación de adultos y en torno a 60 sedes y oficinas municipales.

La principal reclamación de la plantilla es que el Ayuntamiento no siga adjudicando a empresas privadas la limpieza de centros oficiales, pues entienden que ello pone en peligro sus puestos de trabajo ya que cada vez son menos los edificios a limpiar.

El portavoz del comité señaló que en los últimos 8 años «hemos perdidos unos 100 centros de trabajo» para limpiar ya que el Ayuntamiento ha sacado a concurso público la limpieza de esos centros que pasan a manos privadas, «y siguen con la misma política».

En los último años, Limposam ha dejado de realizar tareas de limpieza en la mayoría de los parques de bomberos o dependencias de la Policía Local, así como en centros sociales y otras dependencias municipales.

La segunda gran reivindicación es que se cubran las vacantes y no se amorticen esos puestos como viene sucediendo desde hace años lo que conlleva una reducción de la plantilla.

Quizá con la misma intención que en Limasa, el alcalde ha dirigido una carta a la presidenta del comité de empresa, Rocío Morales, que pide que haga extensible al comité y al resto de la plantilla.

En la carta, De la Torre recuerda que «estamos viviendo una severa crisis» y que ello le «obliga» a adoptar medidas que «aunque difíciles, garanticen el bienestar de nuestros vecinos». En esa línea defiende la decisión de «amortizar puestos de trabajo por jubilaciones» y que ello obedece a «motivos puramente económicos» ya que el coste del servicio de limpieza efectuado por una empresa privada «es bastante inferior al coste del servicio que presta Limposam», y añade que «el Ayuntamiento, que ha visto como se reducen sus ingresos, tiene que reducir también sus gastos».

Por último, dice no entender la «alarma creada respecto a un conflicto laboral» planteado por varios sindicatos y afirma que «en ningún momento se ha planteado la privatización de Limposam».