El aeropuerto de Málaga recibió en los dos primeros meses del año a un total de 318.415 pasajeros procedentes de vuelos de compañías low cost, lo que supone un 9,8 por ciento menos que durante el mismo periodo del año anterior.

A pesar del descenso, Málaga concentró la mayoría de usuarios de bajo coste que viajaron en Andalucía, donde la caída fue más pronunciada, de un 11,6 por ciento, con un total de 405.519 pasajeros. Las cifras obtenidas en el inicio del año consolidan a la terminal de la provincia como la cuarta del país más utilizada por este tipo de viajeros, con una cuota de actividad del nueve por ciento.

A nivel nacional, las compañías aéreas low cost transportaron a 3,5 millones de pasajeros en los dos primeros meses de 2012, un 2,8 por ciento menos, cifra similar a los transportados por las compañías tradicionales, que trasladaron a 3,3 millones de viajeros, un 1,7 por ciento más. De esta forma, las compañías de bajo coste y las tradicionales acapararon un 51,2 y un 48,8 por ciento del tráfico aéreo respectivamente entre los meses de enero y febrero.

Reino Unido, Alemania e Italia fueron el origen del 62,6 por ciento de los pasajeros en bajo coste, aunque con retrocesos del dos por ciento, once por ciento y 5,3 por ciento, respectivamente. Cataluña fue la única región que registró aumentos en el segundo mes, un 6,6 por ciento más que el año pasado, hasta 423.583 pasajeros.

Por otro lado, ayer se conocieron los datos de la última encuesta AEqual, que señala que más de ocho de cada 10 viajeros que pasan por el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol destacan sus servicios e instalaciones como buenos o muy buenos

En la última oleada, a finales de 2011, pasajeros y acompañantes otorgaron 3,90 puntos, sobre cinco, al índice general de calidad. El informe refleja, además, que el 83 por ciento de los pasajeros y el 80 por ciento de los acompañantes otorgan una valoración general buena o muy buena del aeródromo.

De acuerdo con el estudio, los puntos débiles de las instalaciones son las largas distancias, la dificultad de desplazamiento y la iluminación. Además, los usuarios echan en falta conexión wifi gratuita y zonas para fumadores.