El volumen de crédito vivo concedido por las entidades financieras a las familias y empresas malagueñas sigue bajando de forma drástica y está ya casi 6.000 millones de euros por debajo del que se registraba a finales de 2008, cuando el consumo alcanzó sus niveles de máxima expansión antes de empezar a retraerse como consecuencia de la crisis. El sector financiero mantiene cerrado el grifo del crédito, exigiendo condiciones de máxima solvencia a los clientes e impidiendo así que los préstamos que expiran tras ser amortizados sean sustituidos por otros de nuevo cuño.

De esta forma, y según los últimos datos del Banco de España, el año 2011 se cerró con 41.670 millones de euros en préstamos al sector privado en Málaga, casi un 6% menos que el dato de un año antes y hasta un 12,5% por debajo del nivel máximo que se alcanzó a mitad de 2008, con casi 47.500 millones. La crisis ha provocado que el crédito concedido por bancos y cajas en la provincia presente un ritmo de reducción de entre 500 y 700 millones de euros al trimestre, y que el total manejado por el sector privado en Málaga se haya retrotraído al nivel de los años 2005 y 2006.

Los ahorros, a la baja. Los datos del Banco de España también constatan el progresivo deterioro que están sufriendo los ahorros que empresas y hogares mantienen en el sistema financiero, al tener que tirar de ellos para mantenerse. A finales de 2011, el volumen de depósitos del sector privado en Málaga ha caído por debajo de los 20.000 millones de euros por primera vez desde el año 2008, tras unos últimos trimestres de paralización. Los datos demuestran que, en los primeros compases de la crisis, el descenso del consumo llevó a un mayor aprovisionamiento por parte de familias y empresas, con un tope de 20.700 millones en depósitos alcanzado a inicios del año 2010. Sin embargo, la larga duración de la crisis y la escalada del desempleo han llevado a que los hogares, a medida de que las coberturas de paro se han ido agotando, tiren de todos sus fondos disponibles al gasto corriente, lo que tiene fiel reflejo en las estadísticas del Banco de España.

La comparación entre créditos y depósitos dibuja un escenario presidido por el endeudamiento, ya que el sector privado malagueño debe a las entidades financieras más del doble de lo que tiene ahorrado.