El pasado mes de noviembre, la Entidad Urbanística de Colaboración de Teatinos, creada en 2002, denunció en estas páginas la alarmante bajada de la subvención municipal para el mantenimiento de 40.000 metros cuadrados de zonas verdes en el barrio.

La ayuda, que el año pasado fue de 21.600 euros, se ha visto reducida en 2012 a 6.500 euros, cuando el gasto anual de la entidad es de 30.000 euros. «Con ese dinero no tenemos prácticamente para nada», sostenía entonces Miguel Millán, presidente de la entidad urbanística desde su creación.

Las cuentas no les salen a los 1.400 viviendas, agrupadas en varias comunidades de propietarios, que forman la entidad, pero en una reunión mantenida a final de enero con responsables de Medio Ambiente, la respuesta municipal fue que no había más dinero. «Realmente no sacamos ninguna conclusión ni conseguimos nada», comenta Miguel Millán.

Por eso, un mes más tarde, representantes de las entidades celebraron la reunión ordinaria anual y acordaron por mayoría «la suspensión de la entidad de aquí a cuatro años», cuenta Miguel Millán, que detalla que informó de la reunión al distrito, «y por primera vez en 11 años se personó la abogada que el Ayuntamiento tiene para las entidades».

El presidente aclara este plante para 2016: «Ya que no podemos recurrir la ley que nos obliga a seguir con la entidad, que se pronuncie el Ayuntamiento sobre nuestro acta, porque sigue siendo el órgano tutelar de las entidades». Millán explicó que el deseo de la entidad es dirimir las diferencias «por la vía judicial».

No es la primera vez que este organismo tiene problemas. En 2005 dejó de funcionar durante dos años por la falta de recursos, hasta que recibió una subvención municipal.

En la reunión de febrero, la entidad decidió subir la cuota de los vecinos un 80% para poder afrontar los gastos de 2012 (la cuota mensual es de unos 4,5 euros). Pero a la disminución de la ayuda por la crisis económica, hay que sumar la pretensión municipal de que la entidad de conservación se haga cargo de dos zonas verdes más.

«Nos dijeron que esas dos parcelas son nuestras, pero en los planos que nos dieron para la entidad no aparecen», replica Miguel Millán, que señala que es la primera vez desde 2002 que el Ayuntamiento les informa de lo que para los vecinos supondrían dos nuevas cargas.

La primera de las zonas verdes que, en teoría, tendrán que mantener es una amplia isleta entre los dos viales de la avenida de Jorge Luis Borges, frente al parque de Teatinos. «Pensábamos que esa parcela era de Fomento y de hecho, cuando estábamos en el distrito de la Cruz del Humilladero era a Teresa Porras a la que le pedíamos que la limpiara cada dos o tres años», explica.

La parcela está llena de matorrales y como señala Miguel Millán, «las adelfas están ocupando las aceras cada vez más». El presidente vecinal entra dentro de este jardín asilvestrado y recuerda que ha habido quejas por ratas. Además, calcula que para arreglarlo en condiciones, «tranquilamente podría costar de 20.000 a 40.000 euros».

La segunda parcela, junto al arroyo, en la calle James Joyce, también es una sorpresa para la entidad, que nunca ha tenido constancia de que entraba en su cometido mantenerla.

Para el arreglo de esta parcela, riego y acondicionamiento, Millán calcula que el presupuesto se dispararía a los 50 o 60.000 euros. «Es un coste que no vamos a asumir, que se quede como está», dice.