Un repunte de la morosidad en el último año, que supone el retraso en el cumplimiento de los pagos en impuestos, tasas o sanciones, ha llevado al Ayuntamiento de Málaga a aumentar las medidas de flexibilización para facilitar el pago de estos tributos incrementando el número de plazos que ya existen para pagar algunos impuestos y tasas y también multiplicando los fraccionamientos para el pago de deudas ya contraídas, según dio ayer a conocer la titular del área de Economía y Hacienda, María del Mar Martín Rojo.

Los datos oficiales señalan que la morosidad era de un 13,4% en el año 2008, al comienzo de la crisis, y que ha crecido hasta colocarse en la actualidad en un 14,18%.

En este sentido, el tributo que genera una mayor recaudación, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), aumenta de tres a cuatro sus plazos de pago, tanto el IBI urbano como el rústico. De esta manera los recibos se cargarían en cuenta el 5 de junio, el 5 de julio, el 7 de noviembre y el 5 de diciembre.

Respecto al Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (Circulación), se amplía a dos plazos: el 10 de julio y el 10 de octubre, si la cuota total de los vehículos supera los 300 euros. Además, se mantiene la flexibilidad para aquellos que lo tengan domiciliado, a los que se les demorará el pago del 10 de mayo al 10 de julio.

Fraccionamiento. También aumentan los plazos para el pago de las tasas de mercados y mercadillos. Así, podrán tener hasta cuatro plazos en el año: 30 de marzo, 29 de junio, 28 de septiembre y 20 de diciembre, pudiendo domiciliar hasta 10 días antes de la finalización de cada plazo trimestral.

En cuanto al Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y las tasas de basura de empresas y de entrada de vehículos, se mantiene la flexibilidad en el calendario fiscal de pago para aquellos que tengan los recibos domiciliados, que podrán tener hasta dos plazos en el año: el 5 de octubre y 5 de diciembre. La domiciliación podrá hacerse hasta el 25 de septiembre.

La concejala Martín Rojo explicó que en estos momentos de especial situación económica, «en aras a proporcionar un elemento más de apoyo a las economías familiares y al sector empresarial y emprendedor, el Ayuntamiento contempla, para el ejercicio 2012, esta serie de mejoras en el calendario fiscal y en los aplazamientos y fraccionamientos de deuda.

En cuanto al fraccionamiento de deudas pendientes, el Ayuntamiento ha constatado un aumento de un 9% del número de ciudadanos que en el último año han solicitado un mayor fraccionamiento para hacer frente a los pagos.

Por ello a partir de ahora cualquier deuda con el Consistorio por un importe superior a los 150 euros podrá fraccionarse entre 12 y 36 plazos, dependiendo de la cantidad.

La morosidad ha crecido en los últimos años hasta un 14,1%. El Ayuntamiento de Málaga y su empresa de recaudación Gestrisam presumen con razón de tener unos altos índices de recaudación. La crisis, sin embargo, hace mella y el índice de morosidad, que en 2008 estaba en un 13,4%, ha subido en estos años hasta un 14,18%, un repunte que los responsables municipales quieren atajar, de ahí que aumentan las medidas para facilitar el pago de los tributos, explicó la concejala María del Mar Marín Rojo.

Con todo, la morosidad más elevada se da en el IBI que deben pagar las administraciones públicas por sus edificios. Aquí se arrastra un 50% de morosidad. Le sigue el IBI rústico, que alcanza un 30% de retraso en el cumplimiento de los pagos, mientras que el resto de tributos está en índices normales: un 9% de morosidad para el IBI urbano, un 8% en el IAE. El objetivo del Ayuntamiento es que la crisis no dispare la morosidad y que ésta se mantenga, como viene ocurriendo, en índices aceptables y controlados.

En cuanto al fraccionamiento del pago de deudas pendientes, sí ha crecido en los últimos años de manera importante debido al mayor número de peticiones para ello.

En el último año las solicitudes pidiendo fracionamientos de pago crecieron un 9%. En el periodo comprendido entre el año 2007 y junio de 2011 estas mismas solicitudes crecieron un 60%, según los datos facilitados entonces por Gestrisam. En periodo voluntario estas solicitudes habían crecido un 42,2%, pero en vía ejecutiva llegaron a un 74,2%.