La historia arranca de la experiencia que Don Bosco tuvo con los jóvenes en Turín, recuerda el propio director de la Fundación Proyecto Don Bosco, Ignacio Vázquez de la Torre, una entidad sin ánimo de lucro que desarrolla su labor en Andalucía, Extremadura y Canarias.

Esta vivencia constituye el criterio permanente de actuación en todas las obras de los salesianos. Hace ahora 150 años, cuando nacía la sociedad industrial, Don Bosco recorría las calles de la ciudad italiana, observando la realidad de los jóvenes que provenían de la inmigración rural, en busca de su primer empleo. Eran huérfanos o abandonados por sus padres, que no podían o no sabían hacerse cargo de ellos.

Estaban en situación de riesgo y necesitaban ayuda. Los jóvenes en las cárceles eran ejecutados con solo 20 años. Ésa estampa le conmovió especialmente hasta hacerle llorar, explica la propia entidad en su carta de presentación. Desde entonces los salesianos trabajan afanosamente por ayudar a los más jóvenes.

La Fundación Proyecto Don Bosco es una organización sin ánimo de lucro de ámbito estatal de la Iglesia Católica, impulsada y promovida por la congregación salesiana y los grupos de la Familia Salesiana para canalizar los proyectos de intervención social de la Inspectoría en Andalucía, Canarias y Extremadura.

Tiene como principal finalidad, en el marco de la promoción y defensa de los derechos humanos, el desarrollo integral de menores y jóvenes en situación de riesgo o exclusión social, actuando también sobre otros colectivos que inciden en dicho desarrollo. Fundamenta su estilo de actuación en el sistema educativo-preventivo de San Juan Bosco y «genera una cultura de solidaridad en todos los que se relacionan con la entidad». Diseña y desarrolla proyectos socioeducativos, de atención residencial e inserción sociolaboral, además de programas e iniciativas de sensibilización y promoción del voluntariado social.

La cara visible de este gran proyecto del que se beneficiaron en el pasado año 673 jóvenes en Málaga a través de diez proyectos son Ignacio Vázquez de la Torre, director general de la fundación, y, Antonia Moriana, directora territorial de Málaga y Córdoba. Ignacio Vázquez comenta que es director general desde los orígenes de la fundación en 1998, cuando se inició la actividad.

En Málaga el primer proyecto data de 2005, una casa de acogida que posteriormente se cerró por diversas circunstancias, rememora Antonia Moriana que desde 2007 trabaja para esta fundación.

«Nace para continuar este trabajo en favor de los menores y los jóvenes en riesgo y exclusión social», dice Ignacio. Aunque para ambos se trata de su trabajo explican que «todas las personas que formamos parte de la fundación estamos en ella por una opción personal, tratar de mejorar la vida del otro», dice por su parte Antonia. «Efectivamente es un trabajo que requiere de una opción personal. Es optar por una vida tocada y en contacto con la exclusión», dice Ignacio, corroborando las palabras de Antonia.

Programa de absentismo escolar, trabajo con el colectivo de inmigrantes, con menores en barrios de exclusión y marginalidad y tareas de formación, orientación y capacitación laboral. La Fundación Proyecto Don Bosco aumentó en 2011 en Málaga un 120% sus beneficiarios en relación a 2010. En los últimos tres años han sido 1.100 los jóvenes a los que han asistido.