Se acabó la tolerancia, la permisividad, incluso las medidas preventivas han pasado a una segunda línea. El Ayuntamiento de Málaga ha decidido dar la batalla a los establecimientos que se dedican ilegalmente a la venta de alcohol a menores aplicando las medidas más contundentes: el cierre temporal de estos locales.

Por primera vez, el Ayuntamiento ha decretado el cierre de 13 establecimientos por dedicarse a la venta de alcohol a menores o venderlo más allá del horario permitido (10 de la noche). De estos 13 establecimientos, ocho se encuentran ya cerrados, mientras que para el resto se procederá en los próximos días.

Todos los locales se encuentran regentados por personal de origen asiático; son locales que abren bajo la denominación de alimentación o bazar, y mayoritariamente se sitúan en el Centro Histórico y en su entorno, aunque hay uno situado en Paseo de Reding, otro en la calle Ayala y un tercero en El Palo. El concejal de Seguridad, Julio Andrade, que presentó ayer esta campaña junto al de Derechos Sociales, Francisco Pomares, señaló que entre ellos hay «algunos muy conocidos, como uno de la calle Álamos y otro de la calle la Victoria».

Hasta ahora se habían decretado cierres preventivos, que alcanzan los tres días, pero es la primera vez que se decretan cierres de larga duración. En concreto, los 13 cierres ordenados son por periodos que van desde un mes a seis meses, los más reincidentes.

Estos cierres van a su vez acompañados de sanciones importantes que van 1.200 a 3.000 euros, en caso de infracción leve, hasta los 15.000 euros por infracciones graves que pueden duplicarse hasta los 30.000 euros en casos de reincidencia.

El Ayuntamiento se ha decidido por esta línea dura y de hostigamiento a estos locales, tras años de practicar una política de prevención que, según reconoció el concejal Francisco Pomares, ha dado pocos resultados. «Pensamos que la prevención daría resultado, pero nuestra sorpresa es que las sanciones han seguido aumentado y aquí hemos tenido que ponernos serios».

Según Pomares, «no cabe desconocimiento pues hemos editado guías informativas hasta en chino mandarín, pero nos hemos encontrado con la reiteración y la reincidencia y nos hemos visto obligados a actuar».

En lo que va de año, además de los 13 locales cerrados, se les ha abierto expediente a otros 26 por los mismos motivos de vender alcohol fuera de hora o a menores.

Pomares advirtió de que esto no es una campaña aislada sino que va a continuar en el tiempo, pues «no podemos permitir que algunos locales sigan vendiendo impunemente alcohol a menores» y que siga aumentando «el número de jóvenes que acaba en la urgencia del hospital con un coma etílico».

Progresivamente, desde 2007 ha ido aumentando el número de sanciones impuestas a locales por venta legal de alcohol. La cifra fue de 62 sanciones en 2010 y de 95 el pasado año.

A éstas se suman las sanciones a menores por consumo de alcohol en la vía pública, que en 2011 sumaron un total de 3.349 y en los tres primeros meses de este año han sido 1.090. Julio Andrade recordó que no está permitido en ningún periodo del año beber alcohol en la calle y que los padres son avisados de las sanciones.

El dinero recaudado con todo ello es destinado íntegramente al desarrollo de políticas de prevención. En total, se han destinado a este fin más de 139.300 euros desde 2006, y en 2011 se recaudaron 22.500 euros.

Al acto asistieron los presidentes de la Fundación Fulgencio Benítez para la Intervención en Adicciones, Justo Aliseda; de la Asociación Libres de Alcohol de Málaga, Baldomero Villanueva, y de la Asociación Malagueña de Alcohólicos Rehabilitados, Manuel Martín, que destacaron la importancia de educar a los niños en la materia, así como de generar la idea de que el alcohol es una droga, que ha de consumirse con «mucha precaución y consciente del riesgo que conlleva».