La crisis económica no parece haber hecho mella en el afán emprendedor del colectivo de ciudadanos chinos, que siguen abriendo tiendas de barrio, comercios y medianas superficies por todos los barrios y polígonos de Málaga. Los datos corroboran la laboriosidad de los emprendedores chinos, que tras más de cuatro años de crisis pueden presumir de ser la única nacionalidad cuyo colectivo de autónomos se incrementa de forma significativa. Y de qué manera. Según la Tesorería de la Seguridad Social, el número de empresarios chinos en Málaga ha subido un 61,6% en este tiempo, pasando de los 862 que había a finales de 2008 a los 1.393 de la actualidad, cada uno de ellos con una o varias tiendas de su propiedad.

Este crecimiento le sirve a China para alzarse como la comunidad extranjera más emprendedora de la provincia, sólo superada por los 3.392 de un colectivo tan arraigado por estos lares como el de los británicos residentes en la Costa del Sol. Ocurre que el número de británicos que trabajan como autónomos en Málaga se ha reducido en más de 1.300 personas, ya que muchos trabajaban en segmentos como el hoy desaparecido sector inmobiliario, mientras que los oriundos del gigante asiático van subiendo su número y poco a poco ampliando también su ámbito de actividad: empezaron por los típicos restaurantes y los pequeños bazares de barrio pero ya se atreven con tiendas de ropa, bares y, ahora, fruterías, supermercados y alguna que otra pequeña inmobiliaria. El último, la tienda El Torcal, un supermercado de ropa y menaje inaugurado ayer mismo en el edificio del antiguo y emblemático bingo situado en la Carretera de Cádiz, junto a la calle Gaucín. Su propietario regenta también el restaurante situado en la acera de enfrente, en el local donde hasta hace unos años se alzaba una oficina del Banco de Andalucía.

Hace una par de semanas también abrió en la zona el Hiper Asia Líder, justo en las antiguas cocheras de Automóviles Portillo, con todo tipo de menaje de hogar, artículos de cuidado personal y hasta juguetes. En Carretera de Cádiz se han inaugurado en el último año cinco grandes superficies y de unos 20-30 comercios que se suman a un volumen similar de comercios chinos ya abiertos en ejercicios precedentes, según el responsable de la Asociación de Comerciantes de ese distrito, José Rueda.

La proliferación de negocios regentados por chinos preocupa, y mucho, al comercio local, que se sabe incapaz de competir con los precios y la amplitud de horarios que ofertan los afanosos chinos. El presidente de la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma), Enrique Gil, afirma que vienen solicitando desde hace meses a las administraciones que se aplique a estos comercios «el mismo» rigor inspector que reciben los comerciantes locales en lo referente a horarios –a partir de 300 metros cuadrados hay restricciones–, al alta de trabajadores, expedición de facturas al cliente y cumplimiento del convenio colectivo para los asalariados. Gil recuerda, por ejemplo, que el gremio tiene interpuestas denuncias contra dos macrocomercios chinos situados en el polígono de El Viso y en la Nueva Málaga por supuesta infracción de la Ley de Comercio Interior de Andalucía, al haber abierto domingos y festivos.

«Esas denuncias están interpuestas desde noviembre y diciembre pero no sabemos nada de ellas. Es posible que cuando les sancionen con 3.000 euros hayan recuperado con creces esa cantidad gracias a los festivos abiertos», lamenta. Lo que sí desmiente rotundamente el portavoz de los comerciantes malagueños es la leyenda urbana de que los negocios chinos no pagan impuestos. «Claro que lo hacen, lo sabemos porque en su día le preguntamos al Ministerio de Economía», explica.

Por su parte, José Rueda, recuerda que el aluvión de comercios chinos afecta al comerciante autóctono, muy golpeado ya por la crisis de consumo y el impacto que de cara a la clientela tuvieron las obras del metro en Carretera de Cádiz. Así, mientras los chinos crecen como setas, el sector malagueño ha cerrado entre 500 y 700 negocios en los últimos meses. «Es un golpe más al comercio tradicional, que sólo sobrevive por la fidelidad de la clientela y por usar el ´compre hoy y págueme en unos días´. Los chinos son una competencia muy fuerte. Lo único que pedimos es que tengan los mismos controles que nosotros», afirma.