Una moción, aprobada por todos los grupos municipales en marzo de 2011, pedía que «de forma decidida» se subsanaran los «pequeños desperfectos» de la biblioteca Bernabé Fernández Canivell «en un plazo no máximo de 3 meses».

Un año más tarde, las asociaciones de vecinos y mayores de Pedregalejo, así como la Hermandad del Carmen del barrio y la Peña Recreativa de Pedregalejo, denuncian que la biblioteca, inaugurada junto al arroyo de los Pilones en marzo de 2011, sigue con los mismos problemas, que a los vecinos no le parecen tan pequeños. De hecho, al mes y medio de inaugurarse, el centro tuvo que cerrar al inundarse y las humedades e inundaciones persisten.

Como destaca Adolfo García, de la asociación de vecinos de Pedregalejo, el principal problema es que el saneamiento está conectado a unas bombas de agua en el sótano, en lugar de a la red de la calle. «Sí tienes el saneamiento al lado, ¿para qué lo mandas a las bombas tres metros más abajo?, con cualquier problema que le ocurra a las bombas, como ya ha ocurrido, el agua se deposita en los aseos y el sótano se inunda».

Antonio Miguel, presidente de la asociación de mayores, que cuenta con un espacio en la biblioteca, confirma este problema: «El mes pasado la biblioteca estuvo una semana entera con los servicios inutilizados, le dije muchas veces al arquitecto que había que meter el saneamiento en el colector y no en las bombas», subraya. Además, añade que, en la actualidad, «la humedad la tenemos en los rodapiés».

Adolfo García muestra el sótano, con las huellas de profundas humedades en la pared, un aspecto sorprendente para un edificio con un año de vida.

El problema se agrava con el ojo patio exterior, a cielo abierto y con un sumidero que a los vecinos les parece «insignificante, y que está enganchado a las bombas, así que cuando las bombas tengan un problema, ya tenemos la planta inundada», explica Adolfo García, que señala que la propuesta vecinal es colocar una claraboya que tape el ojo patio y limite así el daño del agua.

La fachada, con fisuras y rastros de agua, también levanta las críticas vecinales, que recalcan que el problema está en la poca anchura de un alero metálico que rodea la fachada y que, de contar con más centímetros, habría evitado que el agua de lluvia resbalara por el edificio.

Antonio Delgado, presidente de la asociación de vecinos, recuerda que la biblioteca ha sido una petición vecinal durante los últimos 17 años y que sólo ha sido atendida «por el gobierno anterior». «Y el principal problema es la ejecución de la obra, porque el saneamiento tenía que estar a la altura de la carretera y no detrás», remacha.

Por su parte María Oliva, antigua presidenta de la asociación de vecinos, considera un error construir un sótano junto al arroyo de los Pilones, «cuando podían haber edificado una planta más» y Juan Antonio Castro, primer presidente de la asociación de vecinos en 1976, recuerda que los problemas, «ya se lo comentamos al alcalde el día de la inauguración».

La situación precaria que denuncian los colectivos de Pedregalejo contrasta con las cifras de lectura que estas mismas asociaciones destacan: En su primer año de servicio tuvo 24.000 visitas, realizó 15.000 préstamos y cuenta con 3.000 usuarios de internet. «Valoramos todo lo positivo de estas cifras, que demuestran que teníamos razón reivindicando tantos años una biblioteca para Pedregalejo, pero esto no puede tapar las deficiencias del edificio», plantea Adolfo García, que considera fundamental arreglar a fondo el saneamiento.