El primer día festivo de la Semana Santa coincidió en el calendario con la llegada de tres grandes buques al puerto de Málaga. La marea de cruceristas, viandantes y cofrades colapsó el Centro de Málaga y llenó de ilusión a los esperanzados hosteleros.

El Jueves Santo amaneció antes de lo previsto en la ciudad. Sobre todo para los casi 4.000 turistas que desembarcaron del Seabourn Spirit, Mein Schiff I y Crystal Symphony entre las 7.00 y las 8.00 horas de la mañana. Cuando la capital todavía no había despertado de la resaca de la noche anterior, los cruceristas ya llenaban las cafeterías y tiendas de souvenirs del centro.

El cielo plomizo que reinó durante todo el día no impidió a los turistas disfrutar de un día relativamente más fresco a los anteriores, pero con el valor añadido de la esencia cofrade y la luz típica de estos días.

Las tiendas que echaron el cierre por tratarse de festivo desviaron la marea humana hasta la exposición de la Sábana Santa que alberga la Catedral hasta junio. Colas y ratos de espera en las proximidades del templo para poder contemplar la muestra.

Los empresarios de la Costa del Sol esperan que las reservas de última hora y la llegada de turistas nacionales salven una Semana Santa que se prevé algo más negativa que en otras ocasiones. Aunque la ocupación hotelera se estimaba en un 55% para el inicio de la semana, los expertos del sector creen que se podría llegar al 70% durante este puente.

Ya al mediodía, los cruceristas se mezclaron a lo largo de la Alameda y las calles del Centro con los malagueños, que esperaban sentados el paso de los legionarios. Quizás el momento que provocó más expectación del día.

Playas. En esta ocasión y a diferencia de otras ediciones, la Semana Santa de este año no incluirá las visitas a la playa. La inestabilidad del tiempo y la temperatura del agua no invita a los bañistas, pero quienes lo están notando especialmente son los chiringuitos de la costa malagueña, más vacíos que en otras temporadas.

Hoy viernes, se espera una jornada algo parecida a la de ayer en cuanto a climatología, afluencia de visitantes y movimiento en la hostelería. Sin embargo, el número de cruceristas bajará considerablemente con respecto al Jueves Santo. De los casi 4.000 visitantes de ayer, hoy sólo lo harán menos de medio millar, con la llegada del buque Seabourn Odyssey al puerto de Málaga.