Siempre se ha dicho que la revolución pendiente de la justicia era la plena introducción de las nuevas tecnologías. Aunque parezcan realidades distintas, desde el 27 de marzo están indisolublemente unidas, sobre todo después de que hasta 68 juzgados de diversas jurisdicciones de Málaga empezaran a notificar sus resoluciones vía telemática, usando el famoso sistema LexNet.

La comisión de seguimiento del sistema LexNet pudo comprobar cómo en la primera mañana de funcionamiento se hicieron 8.216 notificaciones, lo que da una idea del ahorro de papel que supone esta novedad, primer beneficio que resalta el presidente de la Audiencia Provincial, Antonio Alcalá.

Los juzgados que lo han puesto en marcha son los 19 de Primera Instancia de la capital, amén de todos los civiles de la provincia: los ocho de Marbella, los cinco de Fuengirola y otros tantos de Torremolinos. Asimismo, se han sumado todos los órganos mixtos (Primera Instancia e Instrucción): los tres de Ronda, otros tantos de Antequera, idéntico número en Coín, los cinco de Estepona y los otros tantos de Vélez Málaga, amén del de Archidona y los dos de Torrox. Por último, también están notificando por este sistema los siete de lo Contencioso-Administrativo y los dos mercantiles. Faltan la jurisdicción Penal y la Social.

El sistema es sencillo: en lugar de que el funcionario deba notificar la sentencia, la providencia o el auto del juez en papel bajándolo al Colegio de Procuradores desde el órgano, lo que tarda además varios días, ahora el empleado puede escanear los documentos en un brevísimo tiempo, y éstos se envían en formato PDF a través del programa LexNet al Colegio de Procuradores, que al día siguiente lo remite al colegiado de que se trate.

En Málaga sólo esa mañana se hicieron 3.095 notificaciones; 1.568 en Marbella; 752 en Torremolinos; 719 en Fuengirola: 547 en Coín y 484 en Estepona.

El presidente del Colegio de Procuradores, Francisco Bernal, ya valoró en una ocasión anterior lo que supone la puesta en marcha del sistema: el coste de un folio es de 15 céntimos de euro, y en la provincia se realizan cada año 2,5 millones de notificaciones. Si se estima que cada una de ellas tiene como media cinco páginas, las cuentas están claras: el ahorro mínimo supera los 1,8 millones de euros en papel.

«Además hay que tener en cuenta el ahorro de tiempo en el proceso y el hecho de que el funcionario podrá dedicarse a otras tareas: sólo apretando un botón y enviando un correo», reconoce Alcalá. Y no se pierde tiempo tampoco al escanear documentos: un envío de hasta 250 folios tarda en ser digitalizado 2,5 minutos. «Vamos hacia el expediente digital con paso firme», señala el presidente de la Audiencia, que además destaca la agilización del procedimiento en todos los órdenes jurisdiccionales, aunque no se atreve a cuantificarlo.

La instalación la ha hecho la Junta de Andalucía. Por cierto, hay notificaciones marginales que por ley deberán seguir haciéndose por papel como por ejemplo los mandamientos dirigidos al Registro de la Propiedad o la notaría; los desgloses de documentos -cuando se pide la devolución de un escrito que interese a la parte- o proyectos de arquitectura, por ejemplo, amén del reflejo del pago en los juzgados de diversas cantidades.

«La lógica nos dice que LexNet llegará a todos los órdenes y, en un tiempo, esperamos que a la segunda instancia», precisa.

Las malas lenguas y la caída del sistema Adriano. Trágicas coincidencias jalonan la historia: el 27 de marzo pasado, de hecho, fue una jornada histórica: entró en funcionamiento la notificación digital, pero tristemente a las cuatro de la tarde el servidor se cayó y con él no funcionaba ningún ordenador. Hasta el pasado viernes, no funcionaban los ordenadores, pese a que poco a poco fueron volviendo a la vida. Sin embargo, el programa Adriano, que gestiona todos los procesos, no lo hizo.

El problema se ha arreglado esta Semana Santa. Una pieza que debía venir de Alemania, según las malas lenguas, era la salvación del servidor. Y con él, de los ordenadores y de Adriano. Muchos funcionarios tuvieron que tomar a mano las comparecencias, y otros no podían acceder a los autos de prisión. Usaron el Word para hacer las gestiones básicas y ahora tendrán que reflejar esos datos en el sistema Adriano. La rumorología se ha disparado, pero el cabreo entre los distintos funcionarios fue monumental.