­Todavía recuerda Lola Denis a esa comerciante de la calle Larios que, al conocer que iba a abrir una tienda dedicada al mundo de la danza, le aconsejó encarecidamente que no se metiera en un negocio con tan poco futuro.

Por suerte, Lola Denis no siguió su consejo y en este mes de abril su tienda, en el número 1 de la calle Méndez Núñez, celebra sus primeros 25 años.

«Lo que había antes era muchas tiendas de deporte que llevaban algún tipo de malla», cuenta. Era el año 1987 y Lola Denis abrió la primera tienda dedicada en exclusiva a la ropa de baile y complementos, una decisión respaldada por su vocación por el baile. «Siempre me ha gustado mucho y de hecho sigo bailando, incluso estuve con mi niña recibiendo clases en el Ateneo de afro, jazz y clásico», cuenta, al tiempo que confiesa que también ha recibido muchas ofertas para dar clase, «porque hago otro tipo de danza en la que mezclo lo tibetano con el flamenco y el afro y eso tiene mucha fuerza, da una energía increíble», cuenta.

Su pasión por el baile también le llevó a buscar el género más complicado de obtener, ya fuera en Australia o en un pueblo perdido, donde tenía su casa un bailarín. Tantos años al frente de la tienda han convertido a muchos clientes en amigos, «y tengo chicas que han venido a comprar aquí y hoy tienen su propia escuela y que las recomiendo, no sólo porque ya son parte de mi tienda y son amigas sino porque son buenas. Hace poco ha llegado uno con su propia compañía en Sevilla y para mí es una satisfacción», resume.

Los famosos tutús y la ropa para todo tipo de baile, desde clásico a flamenco o salsa, vienen de países con mucha tradición como el Reino Unido, Francia, Alemania y la mencionada Australia. También hay zapatos de baile, pelotas de gimnasia rítmica, ropa y complementos para artes marciales... este mes, Lola Denis cuenta que tendrán un 15% de descuento para celebrar el cuarto de siglo.

Entre las muchas curiosidades de esta tienda de danza, un veterano póster, casi contemporáneo de los inicios, de una pareja bailando, en el escaparate. «La gente sigue pasando y mirándolo, es increíble, entra gente y me pregunta por él; no sé si lo compré en Londres», comenta.

Practicante del Budismo desde hace 18 años, la puerta de su tienda está llena de fotografías de viajes con lamas, algo que también llama la atención a los clientes. «Es un mirar hacia adentro, una filosofía que está puesta al día y que es muy bonita», detalla.

En los años 90 el local se amplió con un segundo espacio que hoy sirve de almacén y de escaparate. ¿Cuál es el secreto del éxito?, Lola Denis matiza: «La gente se piensa que porque llevas mucho tiempo ganas mucho dinero y no es eso, yo me acuerdo que decía al principio ´poco a poco´, pero ahora, después de 25 años sigo diciendo ´poco a poco´».

En todo caso, insiste en que para llevar un negocio «hace falta paciencia, hay días que haces mucho y otros que haces menos, como la vida misma». En Lola Denis la motivación está clara: «Para mí es algo vocacional, esta tienda es parte de mi vida».