La Cámara de Comercio de Málaga tiene previsto aplicar hasta final del año 2012 un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de carácter parcial y temporal para cerca de unos 30 trabajadores fijos del total de 41 que tiene en plantilla, según explicaron a este periódico fuentes empresariales. El expediente, que ya ha sido pactado entre la parte laboral y empresarial y está pendiente de presentación ante la autoridad laboral, no supondrá el pase al desempleo de ningún trabajador sino una reducción del horario de trabajo y del salario que podría afectar al 10% de la jornada.

A finales de año, ambas partes revisarán la situación para decidir si es necesario o no prolongar la aplicación del ERE, según añadieron las fuentes.

La posibilidad de recurrir a un Expediente de Regulación de Empleo ya había sido anunciada durante los últimos meses en varias ocasiones por el presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero, debido a la precaria situación económica en la que ha quedado este organismo tras la supresión de la obligatoriedad del pago de las cuotas por parte de las empresas asociadas.

La Cámara de Comercio de Málaga maneja un presupuesto para 2012 de 3,5 millones de euros, entre un 35% y un 40% inferior a la de ejercicios anteriores por esta circunstancia. La medida fue aprobada para el conjunto de las Cámaras de Comercio españolas en diciembre de 2012 por el Gobierno de Zapatero, aunque su impacto en las cuentas de estos organismos se empieza a ver ahora, en el primer curso en el que estas corporaciones tienen que funcionar sin el apoyo de las cuotas, que otros años suponían hasta el 70% del presupuesto de esta institución.

Las cuotas que aún siguen siendo obligatorias corresponden a aquellas empresas malagueñas que facturan más de 10 millones de euros anuales y por las que pagan importes máximos de 60.000 euros por ejercicio. Sin embargo, dada la escasez de empresas de esas magnitud en la provincia, esta partida sólo sirve para recaudar poco más de un millón de euros, con lo que el resto del presupuesto ha debido costearse con fondos propios.

El presupuesto de la Cámara sufraga servicios en materia de formación, innovación y apoyo a la internacionalización. En este sentido, las cuotas eran un instrumento de redistribución de la riqueza que permitía dar servicios a empresas pequeñas que, de otro modo, no podían costeárselos. Las cámaras tiene ahora que buscar otra fuente de ingresos, por ejemplo a través de encomiendas que les sean asignadas por las propias administraciones.