Científicos de varios países europeos, entre ellos españoles, han estudiado cuál es el hábitat más idóneo para la sardina en el mar Mediterráneo, lo que ayuda a mejorar su protección, según informó ayer el Instituto Español Oceanográfico (IEO). Investigadores de los centros del IEO de Baleares y Málaga participaron en el estudio, publicado en la prestigiosa revista Marine Ecology Progress Series.

En el trabajo se analizó la variabilidad del hábitat de las poblaciones de sardina en las cuatro estaciones del año y en las distintas zonas mediterráneas, incluidas las aguas españolas, el norte del mar Egeo, el mar Adriático o el Canal de Sicilia. Como resultado, se elaboraron mapas de «probabilidad de presencia de sardina» y las áreas donde se dan condiciones favorables para este pez en todas las épocas del año constituyen lugares «idóneos» para implantar sistemas que permitan su protección.

La sardina juega un papel fundamental en el ecosistema marino y, junto con el boquerón, representa una gran proporción de la capturas de pequeños pelágicos en el Mediterráneo, un grupo de especies que sufren un nivel de explotación muy alto. La primera autora del estudio, Pilar Tugores, subrayó que en el Mediterráneo español «las poblaciones de sardina se encuentran en descenso desde los años 90; así pues, el establecimiento de áreas protegidas puede resultar un factor crucial para el mantenimiento de la especie».