La grave crisis económica, los importantes recortes y ajustes a los que se están viendo obligados ayuntamientos e instituciones públicas, incluso las llamadas a la austeridad, no han sido obstáculo para que el Ayuntamiento de Málaga decida gastarse casi 100.000 euros en adornar los balcones de las principales calles de la ciudad en fechas señaladas como Semana Santa, Corpus Christi o la Victoria.

La noticia ha indignado a los grupos de la oposición, que han arremetido contra «el derroche injustificado» de este gasto.

La concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras, es la promotora de esta iniciativa, que se ha plasmado en la convocatoria de un concurso público para contratar los servicios de una empresa que se debe de encargar del montaje, instalación y desmontaje de «paños cubrebalcones» en diversas festividades y durante los años 2012 a 2015. Todo ello por un precio de licitación de 99.120 euros, lo que supone 24.780 euros por cada uno de los cuatro años del contrato.

Las condiciones técnicas del pliego de condiciones señalan que la empresa deberá suministrar 440 paños de diferentes medidas, «en tejido damasco liso, color burdeos, con ribetes de agremán dorados».

Las telas se instalarán en Semana Santa, Corpus Christi y la Victoria. En Semana Santa, desde el Domingo de Ramos al de Resurrección, en los balcones de las plantas 1ª y 2ª de las calles Larios y Granada (primera parte); y en las plantas 2ª y 3ª de las plazas de La Constitución y del Obispo.

Durante el Corpus Christi las banderas se instalarán desde el jueves anterior al domingo en que se celebre la procesión en las primeras plantas de calle Larios y las segundas de la plaza de La Constitución. Para la Virgen de la Victoria, las banderas estarán entre el 6 y 8 de septiembre en idénticos lugares.

La empresa contratada deberá ocuparse del mantenimiento y custodia de los paños durante los cuatro años de vigencia del contrato y pasado este tiempo «está obligada a la entrega del todo el material, en perfectas condiciones, sin cargo económico alguno».

Indignación. No ha dudado la oposición en mostrar su indignación por este caso una vez conocido. La portavoz municipal del PSOE, María Gámez, señaló que «la noticia se comenta por sí sola. En estos momentos de necesidad, de restricciones tenemos que cuestionar con severidad estos gastos que son totalmente prescindibles». Gámez añadió que «no son tiempos de boato ni alaracas sino, al contrario, de ir a los menos gastos posibles; esto es un exceso».

En IU, su portavoz, Pedro Moreno, acusó al equipo de gobierno de hacer «un derroche innecesario y un despropósito», más aún cuando estas tareas «pueden hacerlas los empleados públicos ya que se trata tan sólo de instalar unos cubrebalcones elaborados con tela de damasco que son propiedad del Ayuntamiento». «Veo injustificado gastar esta cantidad tan desproporcionada tanto en época de bonanza como de crisis en tareas tan sencillas, trabajos que de forma continúa el PP acaba dando a una empresa privada que lo que busca es obtener un beneficio».