El Ayuntamiento de Málaga ha aprobado la imposición de un canon a las ONG Madre Coraje y Organización Social de Acción Humanitaria (OSAH) por la recogida de ropa usada y calzado a través de contenedores instalados en las calles, según acordó ayer la junta de gobierno local.

El Ayuntamiento cobrará a estas dos entidades 400 euros por cada uno de los 200 contenedores que instalarán en las calles, lo que supondrá una recaudación anual de 80.000 euros que el Consistorio «destinará en exclusiva a financiar planes sociales del área de Derechos Sociales», según informó la concejala de Medio Ambiente, Ana Navarro, artífice de este singular convenio que es pionero en España y que la concejala piensa aplicar a otras entidades que hacen trabajos similares como es el caso de la recogida de aceite usado.

Navarro justificó la imposición de este canon señalando que la cantidad exigida supone en torno a un 10% del beneficio que las ONG obtendrán por la comercialización de la ropa usada, si bien posteriormente destinan ese dinero a fines sociales en África y Sudamérica.

Reparto de la ciudad. Además, ambas organizaciones, en virtud de los beneficios económicos que obtengan del reciclado, no podrán participar en las convocatorias de subvenciones municipales, a la vez que se comprometerán a recoger los residuos textiles y zapatos cumpliendo los requisitos técnicos establecidos y garantizando el tratamiento ambiental correcto según la legislación medioambiental vigente.

Las dos entidades han suscrito convenios con el Ayuntamiento por medio de los cuales se reparten el territorio de la ciudad. Madre Coraje será la encargada de la gestión de 140 contenedores, que se distribuirán en los distritos Centro, Este, Carretera de Cádiz, Churriana, Campanillas, Puerto de la Torre, Teatinos y Ciudad Jardín. Por su parte, OSAH gestionará un total de 60 contenedores en los distritos de Bailén-Miraflores, Palma-Palmilla y Cruz de Humilladero.

La concejala Ana Navarro resaltó igualmente que además del beneficio social que conlleva el reciclaje de estos materiales, la medida supone también un ahorro importante para el municipio en la gestión de la basura domiciliaria, ya que se estima que este tipo de residuos suponen al año unas 4.531 toneladas, repartidos en una media de unos 8 kilos por persona.

El Ayuntamiento por su parte se compromete a colaborar y promover campañas de comunicación y educación ambiental para el fomento de la recogida selectiva de ropa usada y zapatos, y determinar la ubicación exacta de los contenedores, entre otros aspectos.