Ana María García, directora de la empresa malagueña de alquiler de coches Prima Rent a Car, es una ferviente defensora del asociacionismo empresarial, de la cultura emprendedora y de la presencia de la mujer en el mundo profesional. Desde 2005 dirige la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Málaga (Amupema), que en estos años ha pasado de contar con apenas una quincena de integrantes a superar el medio millar. A pesar de que el tiempo es el bien más preciado de una empresaria, García se muestra «orgullosa» de la labor realizada y de la relevancia que la mujer ha alcanzado en el mundo del emprendimiento.

¿Lo tienen más difícil las mujeres para emprender?, ¿encuentran más dificultades que los hombres?

Las últimas estadísticas de estudios como el de IESE Business School dan casi un situación de paridad entre ambos sexos pero sí es verdad que las mujeres lo van a tener siempre más complicado por el hecho de tener que conciliar la vida laboral y familiar. La carga siempre va a ser mayor para ella, que debe estar pendiente de los horarios, de los niños, del colegio. Y luego está el tema de la credibilidad. A la hora de pedir por primera vez un préstamo para poner en marcha una empresa las emprendedoras lo tienen más difícil. A mí me han contado algunas que cuando fueron al banco se hicieron pasar por la secretaria y no por la persona que iba a liderar la empresa. Es cierto que luego las cosas cambian cuando el negocio arranca y ya en la entidad financiera te conocen, pero creo que todavía la imagen del hombre empresario pesa más.

¿Que diferencias hay entre la mujer emprendora de antes de la crisis y la de ahora?

La diferencia es que ahora se crean muchos negocios por parte mujeres en paro que buscan el autoempleo. Tenemos por un lado el perfil de universitarias que acaban de terminar la carrera y por otro el de personas de más edad que se lanzan al reto de poner en marcha una empresa porque en su casa el resto de la familia se ha quedado en paro. Ahí la mujer la verdad es que le echa mucha imaginación a los negocios; es muy lanzada. Por sectores, podemos citar el de la hostelería, turismo y servicios en Málaga capital y la Costa, además de las nuevas tecnologías, con perfiles muy inclinados a las redes sociales y a la figura del community manager. En el interior hablamos de segmentos más tradicionales, ligados sobre todo al comercio.

¿Cómo afecta la crisis a la conciliación de la vida laboral y familiar?

Siempre es más complicado. Ahora hay que dedicar si cabe más horas al trabajo para lograr las mismas ganancias que antes, o incluso menores, porque los márgenes son cada vez más pequeños. Y eso hace más complicado cuadrar horarios con la vida familiar.

¿Han perdido peso las políticas de Igualdad desde que perdió su rasgo preponderante de ministerio?

Todavía ha pasado poco tiempo para saber si eso puede perjudicar al ámbito de la mujer en el trabajo. Yo creo que no se trata tanto de instituciones concretas como de la necesidad de aplicar unas medidas transversales concretas. Y aunque la política es muy importante, pienso que son la sociedad y la familia las que se deben implicar más para que la mujer pueda conciliar su vida laboral y familiar, para proyectar también su papel de emprendedora. Pienso que una de las escasísimas ventajas de esta crisis es que eso, que antes podía ser secundario, ahora ha pasado a ser obligatorio: cuando una mujer quiere montar un negocio, su entorno se tiene que involucrar para apoyarla.

¿Qué acciones realiza Amupema para fomentar a las emprendedoras?

Todos los meses organizamos charlas interactivas entre nuestras asociadas, conjuntamente con la Universidad de Málaga. Las emprendedoras se nutren así de la experiencia de las empresarias más consolidadas, algo que te más potencia de cara al mercado. También ofrecemos asesoramiento fiscal gratuito durante un año a las nuevas socias, que además no pagan cuota durante ese tiempo. Ofrecemos muchos cursos y tenemos convenios con empresas y con colectivos como la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE).

¿Es difícil concienciar a las mujeres empresarias de la importancia de asociarse?

La mujer empresaria siempre ha sido muy reacia a asociarse, más que el hombre, quizá por eso que hemos dicho de que tiene que conciliar su vida familiar. Cuando acaba en su empresa la mayoría necesita ir corriendo a por los niños o a la casa, y no tiene tiempo para dedicarlo a las actividades de una asociación. Sin embargo, la labor de visibilidad de Amupema durante estos años ha sido muy importante y ha convencido a muchas de que cuantas más unamos nuestras fuerzas, mejor. El boca a boca entre nuestras socias ha funcionado muy bien para lograr nuevas incorporaciones. Y no es lo mismo estar sola que tener un colectivo detrás.

No le voy a preguntar cuándo saldremos de la crisis ni cómo, pero ¿qué pediría a los políticos?

Lo que necesitamos es ánimo, ilusión. Observo mucha negatividad. Los políticos lo tienen difícil pero creo que lo primero que tienen que inyectar en la sociedad es esperanza. Necesitamos ver eso y no incertidumbre y tristeza.