No sólo en un mundo al revés las crónicas comienzan por el final. También en el planeta de los críos, los únicos seres humanos capaces de despedirse de la policía a golpe de cadera, al ritmo de Michel Teló y entonando al dedillo ese Ai Se Eu Te Pego sin ser detenidos. A falta de grilletes, vista gorda para más de 6.000 alumnos de unos 60 colegios que se reunieron ayer en la plaza de toros de Málaga para disfrutar como niños del II Encuentro Escolares-Cuerpo Nacional de Policía. Todo un espectáculo desde el primer minuto del que también disfrutaron los abuelitos de una residencia de ancianos.

Pocas cosas son tan puntuales como la impaciencia de los chavales, que al enésimo intento protagonizaron una ola tan infinita como acústica por todo el tendido. Banderas del Málaga CF incluidas. No les importó tragarse el poco albero que quedaba en el coso gracias a los remolinos de un racheado viento matinal. Mucha fanta para enjuagar la boca, pero prácticamente imposible calmar esa insaciable sed de acción. Las dos pasadas del helicóptero, una de ellas a cámara lenta, supieron a poco.

Todos escucharon atentos la teoría que los profesores con placa desarrollaron durante la clase al aire libre, pero se mordían las uñas esperando las prácticas. Conocieron los diferentes grupos policiales. Desde los uniformados hasta los más desconocidos, como los agentes invisibles de Subsuelo. El cuerpo lució vehículos y agentes, empezando por los dragones, policías en moto que mostraron sus habilidades capturando al primer caco del día.

Griterío ensordecedor con la Unidad de Intervención Policial, los antidisturbios de toda la vida. Los uniformes futuristas siempre atraen, más si queman pólvora en formaciones de a dos. Detonaciones y cartuchos volando dieron paso a los grandes héroes. Rooni y Hanfry, los policías con más olfato de la Costa del Sol, se fueron de la plaza como gladiadores. Son los perros de la Unidad Canina de la Policía Nacional, que señalaron a sus guías drogas de mentira y explosivos controlados.

Los Tedax hicieron el resto con la ayuda de 007, el robot más famoso de la poli. Los perros detuvieron hasta a ladrones michelín con sus mandíbulas. Como Jowi, que entre saltos, piruetas y mordiscos provocó una histeria colectiva con la que no pudieron ni los Goes. Los agentes del Grupo de Operaciones Especiales llegaron a la plaza descolgándose por sus muros para liberar a un rehén secuestrado a plena luz del día.?Los niños lo celebraron bailando y cantando en portugués.