El Banco de Cordón Umbilical de Málaga es el tercero en importancia a nivel internacional, por detrás del de Nueva York y San Francisco. Desde 1995 ha recopilado un total de 20.000 unidades micropreservadas, y recoge las extracciones de toda Andalucía, la región de Murcia y Castilla La Mancha.

Isidro Prat es el director del centro de referencia, que en 2011 recogió un total de 8.541 muestras, superiores al año anterior porque entonces se sumó a la medida Murcia, que aportó el año pasado un total de 122. Castilla La Mancha donó 750 y el resto fueron de la comunidad andaluza, 7.669.

Hay que recordar que hasta hace unos años el cordón umbilical se desechaba tras el parto, pero de un tiempo a esta parte se ha conocido su valor, puesto que la sangre que contiene es rica en células madre, lo que puede ayudar a salvar vidas. Por eso, los ginecólogos informan a las madres de la importancia de esta donación, algo que suele hacer la práctica totalidad de las mismas.

Por eso, el doctor Prat alerta de la importancia de estas donaciones, y de lo bonito que es ver cómo se salvan vidas. Asegura que el banco de Málaga es el tercero a nivel mundial por la cantidad de unidades y por su calidad. Nació en 1995, seis meses después que el de Barcelona, pero pronto lo superó. «Ahora es el primero de España», admite orgulloso, mientras cuenta que en su desarrollo este ha ido de la mano de los más importantes y pioneros: el de Nueva York, Dusseldorf o Milán.

En 2011 se utilizaron un total de 63 unidades para trasplantes para un total de 59 pacientes, ya que algunos requirieron de dos. Estas se enviaron a lugares tan variopintos como Burdeos, Bogotá, Utrecht, Tampa o Houston. Varias fueron a parar a Australia e Israel y una de ellas se quedó en Málaga.

El proceso para que un enfermo pueda optar a la sangre de estos cordones es simple. Existe un registro a nivel nacional que se conecta con todos los existentes en el mundo. Cuando un enfermo necesita células de unas determinadas características, su médico accede al registro para ver las propiedades y selecciona el que las posee más adecuadas. Entonces, se pone en contacto con el banco, y desde este se contacta con la familia del donante, para saber si ha desarrollado alguna enfermedad tras su desarrollo.

«Muchas madres y los propios donantes se sienten orgullosos y se alegran de que su decisión en el pasado sirva para ayudar», apunta. Así, cuenta que tras llamar hace un tiempo para hacer las preguntas de rigor dentro del protocolo establecido, una mujer se mostró muy agradecida y, poco después, su hijo, de cinco años, envió un dibujo deseando lo mejor al paciente, que era un niño sueco de edad similar.

El director del Banco de Cordón Umbilical explica que los receptores pueden ser de cualquier edad, y que pueden tener distintas enfermedades, entre las que destacan la leucemia o los linfomas. Además, asegura que el 60% de los cordones extraídos no sirven porque concentran pocas células.

La donación de plasma y autólogas aumenta más de un 30%. El Centro de Transfusión Sanguínea recogió un total de 49.259 donaciones en 2011, de las que 46.500 fueron de sangre, 2.530 de plasma, 66 de plaquetas y 95 de autólogas. Esta útima es sangre del propio paciente que se reserva por si fuera necesaria. «Son cifras muy buenas, porque en Málaga no hemos tenido emergencias de déficit de algún tipo de sangre, y eso se debe a que hemos tenido una muy buena colaboración ciudadana», explica el director del centro y también del Banco Sectorial de Tejidos, Isidro Prat.

Así, asegura que las donaciones de plasma aumentaron un 30% respecto a 2010, una gran parte de la cual se empleó para los llamados trasplantes de alto consumo –normalmente de hígado– y para obtener medicamentos plasmaderivados. También creció un 35% la donación de autólogas.

Además, según explica, el banco sectorial de tejidos recibió 374 piezas óseas y 60 osteotendinosas. Hubo 146 donaciones de córnea, que crecieron un 10% y 22 escleras, que se obtuvieron del globo ocular.

También se recibieron numerosas membranas anmióticas, que sirven para cubrir lesiones o erosiones de la piel o de tipo corneal. En cuanto a los colirios de suero, explicó que cada vez hay más peticiones. «Sirve para tratar el ojo seco y se fabrica con el suero del propio paciente. Se hacen unos 200 por trimestre».

Sobre el programa de criopreservación de semen, informa de que en 2011 se llevaron a cabo 74 para pacientes oncológicos, y que se realizaron tres inseminaciones.

En cuanto a la donación de segmentos vasculares, el doctor explica que hay arterias y venas que sirven para sustituir lesiones vasculares. «Se han hecho dos implantes, se trata de un tipo de tratamiento muy específico», añade Prat.