El precio de la vivienda libre, tanto nueva como de segunda mano, continúa su imparable descenso y marca ya en la provincia de Málaga una caída de casi el 30% en relación a los máximos que se alcanzaron a inicios del año 2008, justo cuando se produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria. El precio de los pisos al cierre del primer trimestre de 2012 se sitúa en 1.687 euros por metro cuadrado, exactamente 661 euros menos que los 2.348 euros que se alcanzaron de máximo hace justo cuatro años, según los datos del Ministerio de Fomento.

La diferencia representa una reducción superior a los 52.800 euros en el caso de un piso medio de 80 metros. La tendencia no parece tener freno, ya que el precio de los pisos ha bajado un 7,6% en los últimos doce meses, mientras que en 2010 también se situó en un elevado nivel: el 8%.

El parón inmobiliario ha provocado que los precios, al menos en la estadística, se sitúen en niveles del año 2004, es decir, antes de que se desatara la tremenda escalada de precios que caracterizó a ese periodo.

En España, el precio de la vivienda libre se sitúa en los 1.649,3 euros por metro cuadrado, con lo que este indicador se mantiene lejos del máximo que se alcanzó hace cuatro años cuando se situaba en 2.101,4 euros. Según la serie histórica, el precio medio por metro ha descendido un 21,5% desde su nivel más alto, que se alcanzó en pleno boom del sector.

El presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), Jose Manuel Galindo, apuntó que la caída del precio de la vivienda está dentro de la lógica a tenor de la falta de financiación y señaló que su evolución es muy heterogénea ya que depende de cómo esté distribuido el stock de los pisos que faltan por vender. A fin de reducirlo, el presidente de la patronal abogó por medidas destinadas a potenciar la venta de viviendas turísticas, que representan un tercio de este excedente, y que de venderse podrían suponer un importe de unos 50.000 millones.

En su opinión, el sector será en un futuro más sostenible, equilibrado y con un desajuste entre la oferta y la demanda mucho más reducido que el actual, potenciado por la vinculación con la banca o la «intervención» de la propia Administración.

En este sentido, también se manifestó el presidente del G-14, el grupo que aúna a las grandes inmobiliarias españolas, Fernando Rodríguez-Avial, quien señaló que aún no hay manera de ver la luz ya que todo lo que se hace sabe a poco a los mercados financieros y auguró una «drástica» aunque necesaria reestructuración del sector.

Por su parte, el economista jefe de España de BBVA Miguel Cardoso cree que en aquellas comunidades con más excedentes, generalmente segundas residencias, aún hay margen para más ajustes y que es probable que en otras como Madrid, Navarra y País Vasco, están ya cerca de ver una reactivación del sector.

El director general de la Inmobiliaria Espacio, José Antonio Fernández, reclamó al Gobierno una desgravación para la segunda vivienda y aseguró que es probable que el sector inmobiliario no vea la luz en 4 o 5 años.