El secretario general de Universidades de la Junta de Andalucía, Francisco Triguero, reclamó ayer al Gobierno que cualquier política de precios públicos universitarios vaya acompañada «inexorablemente» de una política de becas que compense la dificultades de acceso por razones económicas. Así lo puso de manifiesto después de participar en la reunión de la Conferencia General de Política Universitaria.

Según Triguero, el decreto que aprobará hoy el Ejecutivo tiene como principales asuntos los precios públicos, la reducción de titulaciones con pocos alumnos, el aumento de la práctica docente para el profesorado que no tenga una investigación solvente y la limitación del concurso de incorporación de nuevos docentes.

Triguero recordó que Andalucía está en torno al 10% o 12% del coste estimado y declaró que ahora es el turno de las autonomías y las universidades de evaluar este coste. Por ello, dijo que un incremento en esta matrícula sería de un 2% o 3%, parecido al aumento del IPC, que servía anteriormente para fijar este precio. No obstante, explicó que no se puede saber todavía el dato del aumento hasta que no se cuantifique el coste de estos servicios.

El secretario general andaluz de Universidades dijo que esto supondrá una subida «menor» y que ahora se debe evaluar ese coste real para analizar la situación y fijar la «aplicación del índice de esa horquilla» para el primer año, entre un 15% y un 25%, según decida cada comunidad autónoma. Y recordó que a partir de ahora, ya no dependerán estos precios de los primeros alumnos del IPC, sino del coste real de la prestación de los servicios.

La Junta ha pedido que el Ejecutivo central remita a la «mayor brevedad» un documento en el que especifique lo que pretende hacer con los recursos presupuestados para becas. Triguero mostró su interés de que se debata esto en una próxima reunión entre el Gobierno y las autonomías con la premisa de que «para salir de la crisis» también hay que apostar por el conocimiento y la investigación.