Es malagueño, tiene 35 años y en estos momentos vuela rumbo a Corea del Sur, donde será uno de los encargados de diseñar la ambientación que ofrecerá a sus visitantes el pabellón de Angola en la Expo Internacional de Yoesu, que arranca el próximo 12 de mayo. El nutrido currículum de Álvaro Calleja, un trotamundos que se dedica a la ingeniería audiovisual, incluye trabajos en más de 40 proyectos de museos, exposiciones, parques temáticos, stands, ferias, escaparates, discotecas, auditorios, aeropuertos o estaciones de tren, aunque sus experiencias más universales -nunca mejor dicho- son la Expo de Zaragoza en 2008, la de Shangai (China) en 2010 y ahora, la de Corea en este 2012.

Álvaro, licenciado en Telecomunicaciones en la Universidad de Málaga y músico aficionado, se curtió durante unos años en el parque de atracciones de Port Aventura (Tarragona), donde fue responsable de mantenimiento y compras técnicas. Un buen día empezó también a programar los sistemas de control de las atracciones, un trabajo más creativo con el que descubrió su verdadera vocación. Modificó las matrices de sonido de la famosa atracción conocida como «El Templo del Fuego», algo que la valió a Port Aventura un premio internacional a la mejor atracción en el segmento de parques temáticos. Poco después diseñaba desde cero la montaña rusa «Furius Baco» y el «Sea Odyssey». El camino de Álvaro ya estaba trazado.

De ahí inició un recorrido como profesional free lance que le ha llevado a trabajar para parques como Terra Mítica en Benidorm, Warner en Madrid o Dinópolis en Teruel, además de en espacios como el Museo de la Música de Barcelona, el Museo arqueológico L’Almoina de Valencia o el Museo del Vulcanismo de Madeira. En Andalucía ha participado en la Casa del Cine de Almería, el Centro de Interpretación Cádiz Mitológico o el centro de interpretación del Hospital de los Marqueses de Linares.

Museos 2.0. Álvaro Calleja, que trabaja con su propio sello «AVMálaga» y acaba de terminar los sistemas de una domótica de unos pisos de lujo en Barcelona, sitúa su trabajo a medio camino entre lo técnico y lo artístico.

«La tecnología es cada vez más importante a la hora de crear un ambiente y de captar la atención del visitante. Los países que montan pabellones en las Expos quieren impresionar al espectador e incluso los museos, más tradicionales, ya incorporan proyecciones, juegos de luces, mecanismos de olores o simuladores de 3D y 4D», apunta.

El buen hacer de Álvaro le puso en contacto con responsables de varios países que buscaban diseñadores para sus pabellones en las diferentes exposiciones universales. En la Expo de Zaragoza 2008, ya se encargó de «ambientar» los pabellones de Kuwait, Emiratos Árabes y Baleares, además de los temáticos conocidos como Agua Extrema, Pabellón Puente y el Centro de Visitantes. En la Expo de Shanghai 2010 fueron suyas las creaciones de imagen y sonido para los pabellones de Angola y Libia. Ahora repite con Angola en la Expo de Yoesu, que con el lema «Por unos océanos y costas vivas: diversidades de los recursos y las energías renovables» abrirá sus puertas de mayo a agosto.

«El sector de la ingeniería audiovisual en este ámbito pegó el pelotazo con la Expo de Sevilla, de la que ahora se cumplen 20 años. La diferencia es que entonces todo se hacía con gente procedente de Estados Unidos y ahora contamos con muchos profesionales españoles, aunque la crisis ha golpeado también con fuerza a este segmento», comenta.