El presidente de los farmacéuticos alerta del error de la administración en querer ahorrar en el sistema farmacéutico, que considera está exprimido al máximo. Sobre el copago de medicamentos, afirma que el Gobierno debería haber preguntado al sector, que nunca habría hecho pagar a los pensionistas ni un céntimo de su consumo.

La crisis ha afectado a todos los sectores, incluso a algunos que se creían intocables como el de las farmacias. Han tenido que pedir créditos porque el SAS no tenía liquidez. ¿Lo ha abonado ya?

En Andalucía no ha habido deuda del SAS, porque la ha abonado religiosamente, aunque a finales del año pasado hubo un déficit en Tesorería y pidieron que el abono fuera con un préstamo avalado por ellos. Ese préstamo y los intereses están siendo abonados por el SAS. La farmacia está cobrando en tiempo y en forma.

¿Cree que el futuro pasa por la racionalización del fármaco?

No, el futuro de la prestación sanitaria pasa por un pacto de Estado de todas las fuerzas políticas para garantizar que estas prestaciones se mantengan a los niveles alcanzados, con el consenso de los profesionales y de los propios ciudadanos. Bolsas de ineficiencia existen, como en todos los sectores, y estamos dispuestos a sentarnos ya para detectarlas y proponer medidas de mejora. El ahorro en el capítulo del medicamento ya está agotado, las oficina de farmacia han padecido 17 medidas de recorte. Los distintos decretos han supuesto dejar de ganar 5.000 millones de euros, en especial el de agosto de 2011, que vino a llover sobre mojado. Eso ha generado la pérdida de 350 de trabajos en Málaga.

¿Y cuáles son las bolsas de ineficiencia?

Tenemos medicamentos financiados por el sistema sanitario público que conviven con el mismo no financiado, como el paracetamol o el ibuprofeno. Ya tienen un precio de 1, 2 o 3 euros, asumible: o están dentro del sistema o están fuera, no puede haber duplicidad. Otro, los de diagnóstico hospitalario, que han vuelto a la dispensación en hospital, y entendemos que en hospital deben estar los de uso hospitalario, para quien está ingresado, no para hacer ir a alguien que tiene que desplazarse en vez de ir a la farmacia de su pueblo o barrio tras haber estado ingresado, eso es un retroceso. También entendemos que se deben utilizar las guías de prescripción, elegir entre el amplio vademecum, que la relación calidad precio sea óptima. Además, pedimos una coordinación entre el médico y el farmacéutico, comunicación para ver qué detectamos, eso mejoraría la efectividad y la adherencia. Vamos a proponer el papel del farmacéutico dentro de los sistemas de dosificación, una caja con las tomas para aquellas personas solas y mayores. Así no habría recaídas y ingresos en urgencias.

¿Cree que el Gobierno importará la subasta de fármacos si de verdad reduce costes?

Es un tema en el que desde el principio hemos visto grandes dudas de legalidad, de hecho el consejo que asesora al Gobierno emitió un dictamen desfavorable y el propio Gobierno ha presentado un recurso. Vemos que los laboratorios compiten entre ellos, con ello dejarían de investigar, fabricar y habría muchos despidos. Restringe la competencia, es muy delicado, hay que pensarlo bien. Antes que esa medida hay muchas otras.

¿Y qué opina del anunciado copago farmacéutico?

Es un tema peliagudo, siempre ha existido. Desde los 70 el trabajador paga el 40% y el pensionista nada. Pero funcionarios, militares, policías, una vez jubilados siguen pagando el 30%. No es nuevo, existe en todos los países del entorno. Cierto que el factor renta divide el peso entre quienes más tienen y quienes no. La escala debe ser consensuada y realmente progresiva, pasa de los 18.000 a los 30.000 euros, deben incluir más tramos. Y los pensionistas no deben pagar. Yo lo revisaría.

Hace poco Salud citó a los aspirantes a nuevas oficinas de farmacia, y usted ha anunciado que hay varias en concurso de acreedores. ¿Hacen falta más o habría que reforzar las existentes?

Siempre hemos visto que donde se puede abrir, se instale. Ahora bien, ya alertamos de que iba a ser un procedimiento complejo, pueden abrir hasta 72 según el decreto. Eso lamentablemente coincide con una crisis. Hay cuatro en concurso voluntario de acreedores, 10-12 van a entrar antes de final de año y el 60% tiene dificultades para pagar. La mitad de las que están en concurso se están quedando desiertas.

¿Es el gasto farmacéutico responsable del déficit sanitario?

En absoluto, el dato es muy claro. El 18% del gasto son los medicamentos, hay un 82% del que no es responsable, luego algo tendrá que ver con el déficit público. Más no se puede hacer tras las 17 medidas, tenemos el medicamento más barato de Europa.

¿Podrían las monodosis aportar luz a la situación?

No, las monodosis se inventaron para uso hospitalario, para eso sí es válido, para pacientes ambulatorios, no. Lo que habría que hacer es revisar los medicamentos de enfermos crónicos y hacer envases de 100, no de 20. Eso sí ahorraría, en cajas y en prospectos.