Una familia malagueña media con ambos progenitores trabajando y obteniendo unos ingresos medios, un coche y al menos un hijo en edad universitaria tendrá que pagar este año más de 1.320 euros por las medidas de recorte y las subidas de tasas impositivas extra decretadas en los dos últimos años, aunque la mayoría de ellas correspondan a las adoptadas por el Gobierno del PP durante los últimos meses.

Así, el aumento del IRPF ha traído desde el pasado mes de febrero unas rebajas medias en la provincia de Málaga de 13,1 euros al mes para el contribuyente más común –aquel que presenta unos ingresos de entre 17.000 y 33.000 euros–, lo que arroja un pago extra anual de 329 euros con los dos progenitores trabajando y declarando de forma individual, según los cálculos del colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).

Al tijeretazo en los sueldos hay que añadir el impacto que tendrán medidas como, por ejemplo, las referidas a las tasas de matriculación universitarias. Quien se matricule por primera vez en una carrera, tendrá que hacer frente a un desembolso añadido de entre un 15 y un 25%, lo que se traduce en un máximo medio de 540 euros más por curso, según las medidas de ahorro que el ministro del ramo, José Ignacio Wert, propuso el pasado jueves a los representantes de las comunidades autónomas reunidos en la Conferencia General de Política Universitaria. Por no hablar de los 124 euros de gasto añadido que representa la subida del 50% al 60% en la aportación al pago de medicamentos para una familia tipo con ambos padres trabajando.

Los recortes en educación y sanidad han sido precisamente los que más han soliviantado a la opinión pública, tanto por afectar a áreas especialmente sensibles como por el hecho de haberse comunicado de una forma un tanto fría: el Gobierno anunció 10.000 millones de recorte añadido en estas departamentos después de haber presentado unos Presupuestos Generales del Estado que ya preveían un ajuste global de 27.300 millones, de los que 17.800 corresponden al Estado.

También en este 2012 las familias han tenido que soportar un nuevo incremento de la factura de la luz, que se traduce en una subida media de 63 euros al año, o el efecto más liviano de la revisión del Catastro, al que el Gobierno aplicó una subida del 4%: la incidencia en los recibos será de entre 10 y 15 euros al año, dependiendo del tramo en el que esté situada la vivienda.

A estas medidas achacables al Ejecutivo central hay que sumar la introducción del denominado «céntimo sanitario» por parte de la Junta de Andalucía a mitad del año 2010, y que aplica desde entonces un recargo al consumidor de 2,4 céntimos por cada litro de gasolina o gasóleo para costear gastos en sanidad. Teniendo en cuenta un consumo medio de siete litros cada 100 kilómetros, un recorrido anual de 15.000 kilómetros conllevaría una aportación extra para los malagueños de 252 euros al año, aunque las cifras varían, claro está, según el tamaño de los vehículos y la distancia cubierta.