Outstanding Properties Services y OPS Financial Group Suisse. La primera empresa constaba en el Registro Mercantil de Málaga y la segunda nunca existió. Ni siquiera en Suiza y a pesar de que uno de los detenidos aparece en una red profesional como presidente de la misma y como doctor en Dirección y Administración de Empresas por la prestigiosa y británica universidad de Canterbury.

Son las dos sociedades con las que dos jóvenes camuflaban sus presuntas estafas a empresarios de la construcción. Hasta el momento se han esclarecido seis fraudes en Albacete, Teruel y Madrid. Según fuentes policiales, por un lado prometían préstamos de hasta 20 millones de euros previo pago de 6.000 euros en concepto de estudio de viabilidad que siempre resultaba positivo. Por otro, y para darle mayor credibilidad al fraude, las víctimas se tenían que hacer cargo de los gastos de notaría para formalizar la escritura del acuerdo entre prestamista y cliente. Sin embargo, la policía también los acusa de falsedad documental, ya que cuando un cliente reclamaba el ingreso del préstamo, los jóvenes les entregaban un documento falsificado de un conocido banco español que supuestamente garantizaba el importe.

Fueron precisamente las gestiones realizadas por los investigadores las que permitieron descubrir que la persona que aparecía en el documento bancario nunca había trabajado para dicha entidad.

Según comunicaron fuentes de la Comisaría Provincial, todo empezó cuando uno de los detenidos dio de alta a OPS en el Registro Mercantil de Málaga y con sede física en la calle Fraile, a escasos metros de la Comisaría Centro. Así, cuando el administrador de la empresa comparecía lo hacía como representante de esta sociedad, mientras que como prestamista presentaba a una empresa financiera afincada en Suiza. Con la ayuda de Interpol, los investigadores de la Policía Nacional comprobaron que la financiera no existía en el país alpino.

Fuentes cercanas al caso aseguran que los arrestados supuestamente cometieron otra estafa consistente en vender garantías bancarias con un coste aproximado de 25.000 euros por el que el cliente compraba el aseguramiento de que el banco le concedería préstamos en un futuro. Sin embargo, estas garantías carecían de validez. Los dos detenidos son insolventes para hacer frente al dinero defraudado. Uno de ellos carece de antecedentes policiales, mientras el otro tiene uno por delito de usurpación.