Un Miró en el cuarto de baño. Ésa es la imagen que ha retenido el inconsciente colectivo de la operación Malaya. Y, si hay que tomar la parte por el todo, como resumen del saqueo sistemático de Marbella se acerca claramente a la realidad de lo sucedido. De ese Miró y de otras obras de arte; de sus tejemanejes inmobiliarios y del engranaje íntimo de un patrimonio inmenso habla el informe pericial encargado por la defensa de Juan Antonio Roca, principal encausado en la trama de corrupción, con el objetivo de tasar, de pesar con precisión y de medir con exactitud los bienes muebles e inmuebles del exasesor de Urbanismo de Marbella, un estudio que se ha incorporado a la causa en marzo y al que ha tenido acceso en exclusiva La Opinión de Málaga: los expertos concluyen que en mayo de 1992 sus propiedades valían 15,86 millones de euros y diez años después, 117,9, lo que quiere decir que se multiplicaron por siete.

El informe pericial está fechado el 22 de marzo y ha sido elaborado por la empresa Arthursen de Madrid. En el mismo, se analiza la evolución del patrimonio de Roca desde el 30 de junio de 1983 al 9 de abril de 2002. La pericial ha sido remitida a todas las partes por correo electrónico, y su fin es oponer sus conclusiones a las de la Fiscalía Anticorrupción, que atribuyó una capacidad de gasto al exasesor de Urbanismo de más de 200 millones entre 1997 y 2005 en su escrito de acusación.

Roca ya cuantificó su fortuna en 210 millones de euros en una sesión del juicio. Fue el 2 de marzo de 2011, cuando explicó que sus propiedades valían, en el momento de ser detenido, 35.000 millones de pesetas (210 millones de euros). «Aproximadamente», fueron las palabras que pronunció a preguntas del fiscal. Si a ello se le resta el pasivo, 20.000 millones de cargas hipotecarias, el valor real ascendería a 90.

El informe da puntada con hilo más real y utiliza únicamente los datos contenidos en el sumario y en diversos informes policiales de la operación Malaya. «Las operaciones objeto de verificación a efectos de la estimación de la evolución de dicho patrimonio han sido facilitadas por la defensa de JAR y, en función de dichas operaciones, se ha realizado la estimación», dicen los expertos, que han tenido que revalorizar el resultado.

Así, difieren de lo concluido por la policía en uno de sus informes, «que no refleja el verdadero valor del patrimonio objeto de estudio». La evolución del patrimonio acumulado es la siguiente: 15,8 millones en mayo de 1992, poco después de trabajar para el Consistorio; 47,4 millones de euros en 1996; y 117,93 en abril de 2002, valor casi real por cuanto que está actualizado a 31 de diciembre de 2008.

Ya en 2002, el valor de las obras de arte era de 17 millones, el inmobiliario de 94,9 millones de euros y los bienes muebles (acciones, letras, etcétera...) ascendían a 5,6. En el 92, no tenía obras de arte, pero sí en el 96, cuando éstas estaban valoradas en 8,13 millones.

Roca siempre ha defendido que tenía dinero antes de llegar a Marbella, porque su estrategia está clara: lo que posee no se debe a los presuntos sobornos recibidos en función de su cargo municipal, sino que ha sido un gestor que ha acertado en sus inversiones multiplicando beneficios. La valoración de estos peritos resulta de la diferencia entre los bienes y derechos de propiedad de una sociedad (activo) y las deudas u obligaciones (pasivo).

Roca aseguró que, cuando llegó a Marbella a principios de los noventa, su patrimonio era de seis millones de euros (mil millones de las antiguas pesetas). Sólo una de sus constructoras estaba valorada en 500 millones de pesetas.

Los peritos aseguran que se analizan las operaciones realizadas directa o indirectamente a través de las sociedades de su propiedad, y que el informe es conservador, porque, entre otras cosas, se han dejado fuera las cantidades en metálico.

En concreto, se identifican 186 operaciones efectuadas por el propio Roca o a través de sus sociedades: se trata de la compra de numerosos solares; o la venta de 43 viviendas en la urbanización Playa Grande (Murcia); se adquieren locales, garajes y casas.

Por ejemplo, se refleja la compra de dos viviendas en el edificio Poseidón de Marbella, su residencia habitual, por más 727.000 euros en 1989, casas que la Fiscalía le ofreció quedarse si se declaraba culpable en el juicio, lo que no ha sucedido.

Se relata también la adquisición del yate Sea Ray en 1990 por 53.000 euros a través de Marbella Inversiones; la adquisición de letras del Tesoro y la constitución de la sociedad Marqués de Velilla, mercantil que luego explotará la yeguada. En la relación se localizan los nombres de algunos de sus principales y supuestos testaferros.

Entre las complejísimas operaciones, formada a su vez por diversos trámites, destacan también la compra de la finca La Loma (Murcia), o la adquisición de las diversas parcelas que luego formarán la joya de la corona de su imperio, la finca La Caridad, en la que policía halló su colección de carruajes, numerosas obras de arte, los trofeos de caza y parte de la colección de coches.

Así, adquirió por 601.012 euros parte de la finca La Caridad, o en noviembre de 2001, Condeor se hace con Los Alcázares por 1,8 millones de euros.

Ya en el apartado de las obras de arte, destaca el extenso y variado gusto del murciano: así, entre las 285 que se relacionan en las detalladísimas tablas del informe destacan diez cerámicas de Jean Cocteau, dos dibujos de Federico García Lorca, ocho obras de Joan Miró, y hasta algunas de Pablo Picasso: hay más de diez creaciones, una de ellas con un valor superior a los 50.000 euros.

También se fijó Roca en Antonio Saura, del que adquirió numerosos cuadros, y posee dos pinturas de Sorolla y obras de Tapies. Muchas de ellas se hallaron en la finca La Caridad.

Cuentas de la Fiscalía. La Fiscalía Anticorrupción, por su parte, asegura que Roca ha conseguido amasar en los «últimos años un patrimonio muy importante», todo ello coincidiendo con la época en la que estuvo ligado laboralmente al Ayuntamiento de Marbella.

Su patrimonio está diversificado en distintos sectores, recoge el fiscal en su escrito de acusación: agrícola, ganadero, inmobiliario, hotelero, hostelero y servicios. «Así, es el dueño de fincas de gran extensión, como La Morisca, en Jimena de la Frontera (Cádiz) y La Loma, en Murcia», aclara.

Posee un hotel en El Rocío (La Malvasía), que compró por 1,2 millones de euros. Sólo en bienes inmuebles, según el fiscal, invirtió entre 1997 y 2005 más de 136 millones de euros.

Poseía una cuadra de caballos con más de 100 ejemplares (la yeguada valía 400.000 euros), y una ganadería de toros bravos (tasados en 120.000 euros). «Y una amplísima colección de obras de arte, antigüedades y objetos de colección, joyas y relojes diversos, repartida entre sus inmuebles, como su domicilio en Marbella, en las fincas de Murcia y Cádiz, en su domicilio de Madrid y en sus oficinas de Marbella y Málaga».

Según asegura Anticorrupción, sólo en este capítulo se gastó más de 27,6 millones de euros (el informe pericial tasa lo adquirido en 17 millones de euros en lo referente al arte).

Ha sido propietario de embarcaciones de lujo, de un avión y un helicóptero; sus coches han sido valorados en 300.000 euros por la acusación, destacando el Mercedes Benz 300 SL Alas de gaviota. Los carruajes, en este caso siguiendo el escrito de acusación, estaban tasados en 3,5 millones de euros. Sólo en acondicionar y decorar sus viviendas se gastó presuntamente 6,2 millones.

La capacidad de gasto «del procesado Juan Antonio Roca alcanza la cifra de 200 millones de euros», lo que no se fundamenta en sus rentas conocidas, siempre según consigna el acusador público en el escrito.