La intempestiva mañana de ayer no impidió que miles de malagueños (10.000 según los sindicatos y 2.000 para la Delegación del Gobierno de Andalucía) se manifestaran en el centro de Málaga contra los recortes anunciados por el Gobierno central en materia de educación y sanidad. Los gritos, desde Alameda de Colón hasta General Torrijos pasando por la Alameda y el Paseo del Parque, fueron despejando las nubes más negras entre proclamas que precalentaron la nueva convocatoria prevista para mañana, 1 de mayo y Día Internacional de los Trabajadores.

Al frente de la pancarta, los secretarios generales de CCOO y UGT de Andalucía, Francisco Carbonero y Manuel Pastrana, respectivamente, así como sus representantes provinciales, Antonio Herrera y Manuel Ferrer. Todos arropados por los partidos de izquierdas. A un lado, el secretario general del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia acompañado por la diputada socialista Trinidad Jiménez. A otro, el coordinador provincial de IU, José Antonio Castro, y el secretario general del Partido Comunista de España, José Luis Centella, entre otros.

«Trabajo, dignidad, derechos». Es lo que rezaba la primera línea de la manifestación y lo que los principales líderes sindicales defendieron a ultranza. Primero Manuel Pastrana, quien se refirió a los recortes de sanidad como «la liquidación del modelo que había en España, uno de los mejores del mundo» que hasta hace poco «era un derecho universal por el simple hecho de ser personas». «Los recortes lo convierten simplemente en un sistema de aseguramiento que tiene toda la pinta de encaminarse hacia un sistema mixto privado», dijo Pastrana, quien añadió que el modelo de prestaciones sanitarias y farmacéuticas ha cambiado. Sobre la educación, el líder de UGT-A aseguró que, si las tasas suben al nivel que se está planteando, miles de alumnos tendrán que salir de las universidades porque las familias en paro y sin recursos no podrán mantener los costes universitarios».

El líder andaluz de CCOO, Francisco Carbonero, que destacó la actitud de los malagueños que salieron ayer a la calle «en contra de la voluntad» de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tuvo especial sensibilidad por los inmigrantes cuando se refirió a los recortes en sanidad. «Muchos han sido utilizados en la economía sumergida cuando se necesitaba mano de obra barata, y ahora el Gobierno aprovecha la coyuntura para desprotegerlos y no atenderlos ni siquiera médicamente», dijo Carbonero antes de añadir que se trata de una medida «indigna con las personas y con el ser humano». En cuanto a la educación, lamentó que a las personas «se les clasifique por la renta que obtienen, si pueden estudiar o ir a la universidad. A la derecha le molesta que los hijos de los trabajadores se estén situando en el estatus más alto en investigación y conocimiento», aseveró.

Desde UGT-Málaga, su secretario provincial Manuel Ferrer destacó a Andalucía como la resistencia a «la derecha fascista», mientras que Antonio Herrera, de CCOO, destacó la «fractura social» que supondrán los recortes anunciados por el Gobierno.