Hoy se celebra el Día Mundial del Asma, cuyo objetivo es poner el acento en la importancia de prevenir y tratar esta enfermedad. En la actual estación, la primavera, se agravan los síntomas.

¿Por qué afecta la primavera?

El asma normalmente tiene un componente estacional y ésta es una de las épocas en la que más se exacerban los síntomas y en la que hay un mayor número de pacientes en crisis. Los cambios de temperatura y el frío afectan a esa sensibilidad bronquial, a la obstrucción del bronquio.

¿Cuáles son los síntomas ?

Cuando hablamos de asma por definición nos referimos a aquellos síntomas que provocan una obstrucción de las vías aéreas. Es decir, no entra aire suficiente y provoca los síntomas fundamentales que son disnea –falta de aire–, tos y los típicos silbidos, que son los que suelen alertarnos para ir al médico y poner solución. Hay pacientes que llevan muchísimo tiempo con los síntomas y que se acostumbran a ellos, a que les falte un poquito el aire, a una tos continua, que no les limita su vida pero sí la incomoda. Deben acudir al médico y no verlo como normal. Por eso hay un 52% de personas no diagnosticadas.

¿Las personas asmáticas van en aumento?

Es una enfermedad que con un buen tratamiento no tiene por qué aumentar su gravedad, pero sí es cierto que en los últimos años cada vez hay más asmáticos por el tema ambiental, sobre todo ha aumentado en edades tempranas, en los niños se ha incrementado un 3-4% en los últimos diez-doce años.

¿Cuáles son las causas?

Hay muchas teorías y cuestiones que aún desconocemos y que nos quedan por descubrir. Se unen la predisposición genética más una serie de condicionantes ambientales. Hay una carga familiar importante y ciertos desencadenantes directos como el tabaco, las infecciones respiratorias, el frío, los cambios de temperatura, la humedad, los alérgenos y la contaminación ambiental y, luego, hay otros desencadenantes indirectos, como fármacos, el embarazo, la menstruación, todo aquello que pueda desencadenar ese mecanismo de inflamación. El asma en definitiva es una inflamación crónica por una hiperrespuesta, una respuesta exagerada a nivel bronquial que provoca un cierre de las vías aéreas y, como consecuencia, la obstrucción al paso del aire. Esta obstrucción, por contra de otras enfermedades, siempre es reversible o con medicamentos o de forma espontánea.

¿Hay algún desencadenante que prevalezca?

Depende de las zonas donde se resida, los alérgenos cambian de un sitio a otro. Hay personas que no necesitan ese componente alérgico o alérgeno. Depende de la zona y de la disposición. Así, nos encontramos el asma intrínseco que no tiene que ver con componentes externos, y el extrínseco.

¿Dónde se da más?

En el norte de España y el noroeste es donde hay más prevalencia. Andalucía se encuentra en la media. Entre un 5 y un 10% de la población andaluza padece asma, al igual que en Málaga. En España hablamos de tres millones de habitantes.

¿Se da más en hombres, mujeres, niños?, ¿hay edad crítica?

En la edad adulta, entre 40-69 años es un poco más prevalente en la mujer. En los niños, en la edad preescolar y 6-7 años, aunque no hay diferencias en el sexo.

¿Cuál es el tratamiento?

Dependiendo de la gravedad hay escalones. El fin es que el paciente no tenga síntomas con el menor tratamiento. Los tratamientos han cambiado mucho en los últimos años. Hay un abanico amplísimo y son fármacos inocuos y con una eficacia altísima. De hecho la tasa de mortalidad ha bajado porcentualmente. Hay grados de asma. Puede desencadenar incluso en un cierre total de la vía aérea. El gasto hospitalario ronda los 1.800 euros por año por paciente. Hay que tener un buen control para evitar esto.