El dibujante anónimo, hace cuatro siglos, cogió el libro del revés y en una página en blanco, con una pluma, dibujó un caballero en su recia montura, armado con una lanza. El libro de leyes, de 1575, es uno de los tesoros más curiosos de la biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País, la institución cultural más antigua de Málaga (fue fundada en1789) y que tiene su sede en el edificio del antiguo Consulado del Mar y Montepío de Cosecheros, en la plaza de la Constitución, desde 1856.

«Es el año en que, con la ayuda del marqués de Casa Loring, consiguen convertir la sociedad en entidad pública y se les da cabida aquí», explica la directora Mari Luz Reguero, que conoce la institución desde su juventud. «Entré aquí de becaria de la Universidad con 21 años y empecé a ordenar la biblioteca, que estaba llena de polvo y absolutamente abandonada», cuenta.

Un mar de libros que en 1927 contaba con 12.000 volúmenes, aunque hoy en día no es posible calcular el número porque la informatización, que había empezado la Junta de Andalucía, se suspendió por falta de fondos.

El empeño de esta institución nacida de los ánimos ilustrados de Carlos III por contar con una biblioteca viene de su fundación, siguiendo el modelo de la biblioteca de París y la biblioteca municipal de Madrid, aunque no se pudo materializar hasta la década de 1850.

«Existían como sociedad pero no tenían sede y se reunían en los salones capitulares, hasta que por fin en 1850 consiguen crear una sala de lectura en el convento de San Agustín».

En esa época empieza a formarse la colección, hasta que se trasladan al edificio del Consulado y Montepío en 1856. Las bellísimas estanterías de esta primera biblioteca se conservan, y ocupan una de las salas, de las tres con las que cuenta. Esta sala, por cierto, exhibe el famoso cuadro alegórico de 1776 de la fundación del Montepío, con Carlos III y el malagueño José de Gálvez, entre otros personajes. Una obra que antes se encontraba en el salón de actos de la Sociedad y que fue trasladada, para protegerla del sol, durante la completa rehabilitación realizada hace unos años por el arquitecto Rafael Martín Delgado.

La biblioteca atesora libros desde 1506 hasta los años 40, cuando se cierran las incorporaciones, en unos tiempos en los que, tras la Guerra Civil, la Sociedad Económica, un importante centro republicano, es depurada y pasa a llamarse la Sociedad de Estudios Malagueños.

El Popular, tras el tabique. Su veterana impronta republicana puede verse no sólo en que uno de sus presidentes fue el primer alcalde de la II República, Emilio Baeza Medina, sino en el periódico El Popular, que se editaba en este edificio, cuenta Mari Luz Reguero, quien recuerda que cuando estuvo organizando la vieja biblioteca, «me encontré los números de El Popular tras un tabique falso de madera». La Sociedad Económica tiene la primera época de esta publicación.

Uno de los mayores atractivos de estos estantes, con libros en latín, español, inglés, francés y alemán, es la colección de obras eclesiásticas y de Derecho Canónico de los jesuitas, expulsados de España por Carlos III en 1767 y que tenían su iglesia y colegio, precisamente en la calle Compañía (de Jesús). De hecho, parte del edificio de la sede ocupaba los terrenos de las llamadas «escuelas jesuíticas», recuerda Mari Luz Reguero.

Por las salas cargadas de libros de la Sociedad Económica de Amigos del País han pasado bibliotecarios ilustres como Luis Cambronero, en los años 20, o Francisco Bejarano, que publicó su ambicioso libro sobre el Consulado del Mar en buena parte gracias a los fondos que conservaba la Sociedad, una biblioteca generalista y de espíritu ilustrado que quiso abarcar un gran número de campos del saber: Botánica, Arquitectura, Derecho Canónico, Historia, Literatura, Agricultura, Matemáticas...

«Esta es la biblioteca pública más antigua de Málaga», señala Mari Luz Reguero, que explica que está abierta a los investigadores, que sólo tienen que acordar una cita en el horario de apertura de esta veterana institución: de lunes a viernes, de 10 a 2 y de 5 a 8 de la tarde.

Los libros de la Económica, una biblioteca centenaria en el corazón de Málaga.